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'IJE L.\. CONFESIO\"I.

77

su alma. Si no

Sl'

guardnn estas cuatro condiciones, ó cualquiera

de ellas,

b

confesion es de ningun valor, y con todo eso hay al–

gunos pecndores c¡ue, sin haberse examirw<lo, ni tener dolor de sus

pecados, ni propósito d¡• enmendarse, ni rrsl.ituir,

y

con la ocasion

eutrernanos y en casa, quieren ser absueltos. Y el docto y prudente

confesor les dice: Señor, yo no estoy aquí como rlueño de esto, sino

solamente como ministro, que tengo de administrar este sacramento

segun me lo manda mi Señor, y como entie11Jo que es su voluntad;

y

si Dios, q11e es el dueño , no c¡uicre perdonar los pecados al que

no trae la <lebida disposicion, ¿cómo podré yo absolverá quien no

la tiene? Y <lespues de haber oido esta razon, y otras mejores , se

leva utan despechados, y algunos descorteses braveando, y se v:in

á buscar otro confesor ignornnte, sordo ó ciego que les absuelva

hecho, y por hacer, y c¡netlan muy satisfechos si lo hallan. Por

lo cual les advierto, que aunque los. absuelv:lll con la disposicion

dicha, no que<lan absueltos, y el confesor peca mortalmente, y el

confesante (demás <le hacer

tlll

sacrilegio) estü obligado

á

confc–

snrse otra vez de aquellos mismos pecados, sino es que volviese á

hacer la misma confesion de ellos con el confesor que los oyó an–

tes, ·que entonces basta decir el defecto que la hizo inválida, y re–

frescarle la memoria de los pecados , si no se acuerda de ellos. Y

porque algunos podrán con razon temer, si han faltado en estas

condiciones, ó en cualquiera <le ellas, es acertatlo consejo hacer

una confcsiori geueral de toda su vida , pensan<lo delante Je Dios

todos los años Je su vi<la con amargura , y conl'esados con dolor de

su ú11ima, vivir despues en santida<l

y

justicia en la presencia de

Dios, sin remordimiento Je conciencia.

CAPITULO llí.

PROVECHOS DE LA CONFESION GENEHAL.

Aunque la confosion general no es de precepto, porc¡ue nues–

tro

Sci'í ~ r

Jesucri sto

y

sn iglesia santa,

110

ohligau

{I

confesar los pe–

cados mortales do!5 veces , con todo eso, se ofrecen muchas ocasio-