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TRATADO SEGUNDO
las fiestas, ayunar, honrat· los padres_,
y
socorrer las necesidades
de los prógimos, así espirituales como corporales, ora sea con acto
interior de la voluntad, ora no, sino ·solamente con alguna obra
esterior en que se ocupa sin necesidad, cuando se había de cumplir ·
el tal precepto, como dejar de oir misa por estarse jugando ó dur–
miendo, etc. Y ci.rnlquiera de estos pecados mortales, lo deja de ser
por ·una de siete cosas. La
prim~ra,
cuando es fuera de caridad, co–
m~
tener vanagloria, pereza, etc. La.segunda, por faltarle la grave–
dad, como hnrtar un cuarto
ó
dos. La tercera, por faltarte la inten–
cion, c<;>mo ofrecer
ó
maldecir, sin voluntad de que les comprenda;
pero si la maldicion es
á
los padres , será mortal , cuando se dice
en su presencia, aunque falte la mala intencion. La cuarta, por no
tener entero consenbimierit? , ni deliberada voluntad, como los pen–
samientos. v·engativos ó deshonestos no consentidos, sino mal resis–
tidos. La quinta , por ignorancia inculpable, como dejar de ayunar
ó
comer carne en vigilia, no sabiendo, ni debiendo saber
que
lo
es. La sesta, por olvido, como dejar de rezar el Rosario quien lo
tiene prometido, por no acordarse. La sétima, por no poder, como
dejar de oir misa por falta de salud ó de manto, etc. No ayunar,
porque cria; porque no tiene que comer, etc. Y es de advertir, que
en todas las especies de pecado mortal se pued·e pecar-mortalmente,
no. solo con la obra , .sino tambien con el pensamiento (1),
y
en
este de tres maneras. La primera , cuando alguno consiente el pen–
samiento de pecado mortal, con el afecto interior de la voluntad,
y
lo pusiera por obra si se le ofreciera ocasion , aunque despues no lo
baga,
y
se le quite luego al momento la gana. La segunda, cuando
no tiene voluntad de hacerlo, pero quiere detenerse en aquel pen–
samient@ con voluntad espresa
y
deliberada de deleitarse en él. La
tercera , cuando aunque no se determina de cansen
Li~·,
ni tiene
voluntad espresa de deleitarse, con todo, sintiendo el peligro grave,
no lo de,,e.cha, ó se detiene advertidamente con tibieza, se huelga
con sobresaltq, se deleita en él con temor, si consiente
ó
no con–
siente,
y
se está ·como elevado ;
y
de estos pensamientos se ha de
(1) Aug. lib.
1~.
de 'frin. c.
i2.