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TílATADO
QUl~TO
confiésclo contrito luego,
y
si está muy al cabo,
y
teme no se le
111uera,
ó
pienla el habla,
ó
el juicio,
NI
oyendo algun peca<lo, ah–
s11élvale,
y
despues proseguirá lo que el tiempo le diere lugar. Si
dehe restituir honra
ó
lrnciernJa,
y
el mal no ria
lugar, hasta que
al enfermo le pese,
y
tlcsec l'eparar cualquier 1laño,
y
remediarlo
si pudiere,
y
hágale que se acuse ele no haberlo hecho cuando pu–
do, qne con eso cumple. Si se hallare sin habla, pero con sentido,
y
hucn juicio, pregúntele si quiere confesar,
y
recibir los dcmas
Sacramentos,
y
eu
rcspomli~ndo
que sí con alguna seña, haga ·qnc
se salga Ja gente fuera,
y
pregúntele algnnos pecados en particnlar;
y
si dijere por seiias que sí, ahsuélvalc,
y
reciba el Santísimo Sa–
cramento, y la Estrama-Uncion; empero si ya no oye,
y
pidió an–
tes confesioir, ó hace algnna señal
d~
dolor en sn presencia, ab–
snélvale,
sub
conclitfone.
si·
es
capax , ego te
absotvo,
etc.
Si no huhiera este peligro,
y
el C'1tferrno estuvi ere algo ali\'iado,
y
tú fueres su amigo,
ó
deudo,
ú
religioso, le dirás algunas cosas
r¡ue lo alegre11
y
alivien, al modo 1le las que ponemos en los con–
suelos de las enfermedades;
y
si estuviere melancólico , dile que la
tristeza no aprovecha para nada
(1),
y
es pe1jllflicial
y
dañosa,
y
apresura la muerte, que es peor qne la misma enfermedad, que con–
sume los huesos, cuanto mas la carne, qne corno la polilla
á
la ro–
·pa,
y
la carcoma al madero, así la tristeza dafia al corazon, que es
fllente de la vida,
y
ahoga la virturl; debilita las fuerzas,
y
trae
consigo toclos los males. Si le vieres sin Lemor
y
muy alentado, dile
qne la vicla del hombre es un hrinq11i11o de cera, c¡ue cualquier ca–
lor la Jerrile ;
1111
vaso veneciano, q11e 1111 golpecito lo quiebra, una
alcurcita, cp1e
1111
poco Je agua la deshace;
1.111
b1'1caro de estremoz
por cocer, qne el labio lo dcsmoronu;
1111
Jclicado cendal, que un
alfiler lo rasga; una tela ele ara11a, que el aire la rompe;
y
una cau·
dela eucendida, que un soplo la mata, etc. Si estuviere tihio, exhór–
tale ü que se vuelva ele todo corazou
:i
Dios,
y
conozca que aquella
enfcrmecl:.id
se
le envía su 1Uaj cs ta1l para hien de
s11
alma, para q1rn
se acuertle que es mortal, y q11e
110
tard::irú mucho su fin; que cual-
(l) Eccl. 30. n.
:!!í.
En:I.
38.
11.
tV.
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