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DB U

Llll:OSl'U.

287

al que te ayuda

á

salir de él? El saQio (1),

y

prudente ama

á

quien

le corrige, aunque sea sin razon, porque le hace mas provecho que

al necio cien azotes;

y

este, avisado con ella , aborrece y persigue

á

quien le da el aviso, por dónde hace su mal irremediable. El mal

de rabia , y el de hidropesía se tienen con razon por incurables, por·

que no hay cosa mas aborrecible para el rabioso que la agua

,

en

quien está su remedio, ni mas amada del hidrópico, en quien con–

siste su daño. Si tú rabias porque te corrigen, y mueres porque te

Jisongeen, incm·ahle eres , porque en los pecados causan el mismo

cfecto las

correccion.es

, que en las enfermedades las medicinas : y

así como es necio el enfermo qne rehusa estas , así tambien

.fo

es

el pecador que no admite aquellas coq agrado

(2):

mira que son

mejores las heridas del amigo, que las caricias del enemigo; y qµe

vale mas ser corregido del sabio, que lisongeado del necio. Bien

conoció esta verdad san Luis, rey de Francia, pues á la hora de la

muerte Je dijo á Filipo, su hijo mayor, y heredero de sus reinos:

Recibe

~on

tal agrado los avisos que te se dieren , que el confesor,

y

tus devotos, y amigos te digan con libertad tus faltas, y te en–

señen lo que debes hacer , que no hay arracada de oro llena de

esmalte rico y curioso engaste de brillantes margaritas, que así

asiente, y hermosee las orejas, como la correccion .dada al sabio,

que la recibe bien, y la obedece mejor; pues de ella depende lasa–

lud espiritual de todos sus males. Qué bien . lo dijo el otro sabio

gentil, y aun desalmado para

m~estra

ensefíanza: El remedio gene–

ral, dice , para todas las enfermedades del ánima, consiste en oir

al que aconseja , corrige y enseña con caridad; no hay avaricia tan

solícita , ni amhiciou tan hinchada, ni envidia tan podrida, ni ira tan

despepitada, ni embriaguez tan disoluta , ni torpeza tan descarada,

que sea mal. sin remedio, en quien recibe bien el aviso

y

correccion:

él sanará de todos esos achaques,

y

de otros mayores

,

por arraiga–

dos que estén en el corazon, y en el alma. Por eso, si tú quieres

sanar del mal que te arrastra , y quita la vida del alma, recibe .el

aviso que te se diere con agrado , sin mostrar ceño , desden

ó

en-

(t) Prov. t7. num. t0.-(2) ProT.

~7.

uurn.

G.