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queza,
y
no confies
d~
tus fuerzas; porqqe eches de ver la necesidad
que tienes de la divina ·w·acia
~
y
entiendas que Dios. quiel'e casti-
t
garte, eon lo que arites le ofendiste
y
deleitaste; pol'que acudas
á
la oracion,
y
pidas el favor divino , el de la ,Virgen Santísima Ma–
ría
y
el de todos los santos; po1·qne tengas mas gloria en el cielo,
confundas al demonio, alegres al ángel de tu guarda,
y
te compa–
dezcas de los que sou afligidos de la misma tentacion, instrnyéndo–
los,
y
confortándolos : porque frecuentes los
Sac~·amentos,
y
con–
fies que estás en gracia de Dios, la cual te hace aborrece1· esos pen.:.
samientos
y
resistidos; porque te alegres con
la
victoria,
y
te alientes
para mayores triunfos
y
coronas, imitando á los santos,
y
seas pre–
miado de Dios en el cielo, para donde caminas; porque fiel es Dios,
que no perrnitil'á que seas tentado mas de lo que puedes llevar;
y
si añadiere mayores tentaciones, añadirá tambieu mayor socorro
y
favor, para que puedas salir de el.las, no solo sin daiio, sino con
los provechos ya dichos.
¿Eres afligido
y
molestado ele tlcsconfianzas,
y
temes tu conde–
naciou? Grande campo tienes en que mereeer , satisfacicnJo
á
Dios
por las culpas que contra él cometiste, con la pena de haberle ofen–
tlido ,
y
con ese temor tle co1u.hmarte, pasas los ojos por estas ra–
zones de consuelo,
y
aliéntate
á
confiar de Dios, y merecerás mucho
con semejante alliccion
y
trabajo.
Considera que Dios es tu criador,
y
tú
s~1
criatura: que él. es
tu dueño,
y
tú
su poscsiou; que él es tu Sefíor,
y
tú
su siervo;
(]lle él es tu pa 1lrc,
y
tú
su hijo. Pu<'s si el artífice
natnralmentt~
nma su obra,
y
lleva pesat.laillcnte que se la echen
á
perder; si los
hombres
an~a~ s'.~~ Sieu es ,
y
hacieuda ,
y
mil'an por ella, y la con–
servan ,
y
s1 la pierden se al t>grau cnando la cobran,
ó
vuelven
á
ganarla: si la misma ohligacion <pie el siervo tieue
á
su sciior de
servirle, socorrerle
y
acu<lirle, cuando le ha rnenesl<H' , tiene el Se–
ilor tle favorecel'
á
su siervo, cnanuo se ve en aprieto por él; si
fa–
vorecen las)lerns á sus hijuelos, y se eutran por picas por
sal~a1·
7
·
los, ¿ qué hará Dios por su hechura, por su poscsion, por su sicr–
rn, por su hijo , siendo verdadero eu sus promesas ,
y
tau po<lcroso
para cu111plirlas? El mira por
tí,
como po r ohl'a
lwcha
de sus nia-