Table of Contents Table of Contents
Previous Page  208 / 458 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 208 / 458 Next Page
Page Background

196

THATADO OUARTO

.ciones , para espeler las ioco1Tegihles, corregir lás inquietas, aviv·ar

las negli.gentes, instruir las 'ignorantes, mitigm· ·1as ·airadas, repri–

.mir las sensuales, alenta1· las perezosas, y pusilánimes ,

y

al

fin

·para elegil'

y

1nej~rar

las virtuosas,

y

_santas ;

y

como el diligente·

:iprendiz de

cualq~jer

arte,"'mirando con atencion las faltas de sus

ohras, se va cada dia enmendando, hasta ser escelente maestro en

su arte; así el a.prendiz de la virtud y perfeccion' examinando r,a–

da día

'.su~·

ohras, da

de

mano

á

las malas , perfecciona las buenas,

:y

cercena de i"mperfecciones, hasta salir hombre muy espiritual,

y

1na(.'.slro de perfecciones: pedirá despues

á

nuestro Señor perdon de

sus faltas, ofreceráse

á

sí,

y.

á

lod_as sus cosas

á

Dios; prqpondrá

de enmendarse, y

h~rá

un .at.:to de

c~ntricion,

·

diéie~do

asl:_

>,

ORACION PARA DESPUES

DEL

EXAI\'IEN.

Oh Dios -infinito., qi.1e mostrais vuestra Omnipotencia, principal–

mente en perdonar y tener misericordia del pecador, perdonadme,

tened misericordia de mí: lavad con vuestra sangre las manchas de

mis culpas, Dios de mi alma, mirad por ella, pues la criásteis de

nada, que yo os la ofrezco con todas mis potencias, para que no se

acuerde, i1i conozca , ni contemple, ni ame otra. cosa, sino á Vos,

y

en Vos,

ó

por Vos. Mirad, Señor, por mi casa, etc. Y por este

mi cuerpo, que tambien os ·lo ofrezco, todos mis sentidos,

y

CL~an­

to bien quiero, en holocausto, sobre la leüa de mis culpas, para

qui~

todo seá abrasado en el fuego de vuestro divino amor. ¡Oh quién

nunca os hubiera ofendi<lo ! ¡ oh quién siempre os hubiera amado!

A mí me pesa, Señor·) una

y

·muchas veces de haber pecado, por

ser ofensas contra vu es tra Divina Majestad, por ser Vos quien sois,

y por vuestra infinita bondad, porque os amo sobre todas las cosas;

y me pesa Lle que mi pesar no sea tal, que me obligue

á

derramar

copiosas hígrimas por mis culpas ; pues Vos por ella tlerramásteis

vuestra preciosa sangre, yo propongo, Sefíor, lle nunca ofenderos,

y

de serviros lo que me queda de vida, guardando vuestra santa ley,

y conformándome cu todo con vuestra divina volunta<l.

Despues podrá conferir el dí a J e l1oy con el de ayer,

ó

Ja

serna-