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llll LA.

SA.ÚSFACClON

OBLIGA.TORIA..

177

ÍÍna palabra airadá

(1),

ó

afrentosa,

ó

hiciste alguna cosa tan ·mal

hecha

~

que te obliga

·á

·<lejar tu casa, tu tiena,

ó

gastar Iá hacien–

da:

¿

c1ué

tri_steza, que

des~sosiego,

qué inquietud , y · pesadumbre

tienes coi1tigo? Pues ya, ¿qué padeces por vengarte? Andas· cú–

gado de· hierro, pierdes el suefió, no hallas gusto , ni lé tienes en

nada; póneste á riesgo de estar mucho tiempo en CLÍrceles, y cala–

bozos, donde te has de mostrar humilde al juez, y sujeto al alcai-

1le; has de ser afable con sus ministras, cortés· con quien no lo es,

y liberal con el escribano, procurador y ahogado; has de agasajar

quien te cansa, pagar al que te ofende, y sufrir

á

quien te sigue,

espnesto á que te clen crueles tormentos,

y

á que te quiten afren–

tosamente la vida. Dime si es mayor la pena que se siente en ·eso,

que la que sintieras en reportarte, y vencerte : claro está que sí;

y

mas si aprendes que te tienen por imprudente, por no saher 1·epor–

tar, y que te dicen ·aquello de los proverbios ·: el necio derrama lue–

go la ma-ldita, y á todos dá parte de su ira ; y el ruin siempre bus–

ca

pesadumbres~

y

·rencillas. No te iguales con los mayores, ni

pienses que hay otro ·peor que tú;

y

así te reportarás, y no te sen–

Ürás de nada,

y

sujetarás esa tu irn

¡1

la razon, como el

mast~n ~u

irnscible á la voz.

<le

su pastor : Vcreis, dice san Basilio

(~)

, 1111

mdstinazo bravo en uu rebar'ío de ovejas, hecho la misma fiereza, cu–

yo

oficio parece que es ladrar, acometer, regañar, y morder

a

cuai1tos d.esconace, salir como un leon

á

las pasageros, tan furioso

que los quiere despedazar, y comérselos

á

bocados;

siéntelo.el

. pas–

tor, enójase con él, dále un grito ; veréi s\o cómo se detiene, cómo

se amansa; cómo vuelve

á

su sel'ior temeroso, y humilde, cosién–

close can la tierra, y como pidiéndole penitencia de su

esc<~so.

Este

inismo oficio debiera hacer la razou en

tí;

pero si te dü un grito,

y

muchas voces,

y

no se reporta tu

ira~

inferior quedas en eso al

perro mas furioso, él te gana en la obediencia q11e tiene

á

su due–

ño;

·y

si tú na obedeces

á

la razon ·, por ser tan falto de ella , oye

la voz de Jesucristo ·tu Pastor, qué dice: llctentc, uo des lugar

á

la ira, que atesoras ira pai·a el dia de la ira: repórtate,

y

deja esa

(t)

!111b.

in Ps. 6i.-(2) Hom.

10, de lnvirl.