lm LA. St\TISF..\CCIOl'( OBLlGi\TORI.\..
.169
plOs
~
y
alcanzarás .sus victorias, ..Y "no. permitas.. que _el cooipafiern
s.e·aparte de tu presencia, no se
dig~
por tj, lo
qt~e
dijo santo To–
má·s
<ll~
Aqui110, qlie el religioso·, que en tales ocasiones se quda
solo , con sola, es demonio solitario, pues pierde de
vist~
al ángel
<le
su ·guarda ' ·· que le acompafia, para librarle de calumnias, .para
volver poi· su-honra, para desmentir sospechas,
y
para ser testigo de
su virtud
y
religion (
1).
·
;
~l
decimotercio es anda1· con
fer~or
de espíritu
y
temor santo de
Dios; porque así como cuando la olla hierve, no_osan llegar las moscas
á
ella,
y
si llegan, luego caen muertas; así
á
los que aildan fc1·voro-
.sos, no se atreven
¿\
inquietar los demonios con te11taciones deshoncs- ·
tas, porque el fuego del alma apaga el de
la
sensualidad, como el
gnm fuego consume al pequefio ,
y
la hu} del sol la llama del candil;
así la viveza del espíritu mo1tifica la carne,
y
el amor divino ahu-
yenta el sensual, aun entre sucfios.
.
f
El decimocuarto es la pacierwia
y
mansedumbre
(2);
del cual re–
medio hicieron mucho caso, y hacen lós
san~os
y
yarones
espiritua~ .
les , que gúardaron
~ . y g~rnnlan
toda castidad
y
limpieza : si alguna
vez se airaban los antiguos (como dice Casiano) andaban muy re–
catados
y
temerosos de cae1· en alguna ilusion,
ó
en suefio desho–
nesto (3); y con razon por cierto, porque la lujuria, con el c'alor
natmal se enciende, y con Ja frialdad se r:esfria;
y
la irn es . un eu–
ceudimi:ento de Ja ·sangre,
y
de la cólera, que alteradas envían del
cornzon airado mines humores ,
y
feas imaginaciones
á
la
·cahe~a,
que .causan movimientos torpes' ; mas la paciencia'
Y.
mansedurnbrn
los amansa
y
sosiega.
-L:
. ,
1
El dccimoquiuto es la quietud,
y
sosiego del cuerpo cu:rn1lo fue–
re la tcntacion en él, sin hacer mas que levantar los ojos al cielo,
poniéndose en la presencia de nuestro Scfior,
y
pidiéutlolc s11 favor;
padecer sin menearse para nada, porque cualquiera accion , aunque
sea
Je
penitencia, es incentivo
<ll~
la tentacion, cuando está cu su
fuerza. Quien entendiere lo que aquí digo, sabrá que este remedio
(i) Fcrn. Jet
C:istil. p.,
t.
bisL praidi. lib.
3. cap. 37.-(2) Aug.
lib.
t
f.
super licues. ad lilt. c. 17.-(3) Grcg . lilJ. H mor. c. 8.
2~