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gusanos?¿ Quién considerando la cuenta estrecha que
st~
ha
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to–
mar, desrle el dia que supo pecar , hasta el que espiró, del gasto
y
del recibo , del debe,
y
haber, de
los beneficios recibi1]os,
y
de los pecados y culpas cometidas, no gime, no suspira, no tieln–
hla,
110
trasuda
y
llora ( l)? Quién pensan1lo el juicio rigmoso en
que se ha de ver, no concibe un temor tan grande de los pecados,
que le haga ser muy diligente
y
solícito para huidos? ¿Y un ternhl-0r
horrible no ocupa sus hudsos? ¿Y
hecho~
los ojos fuentes tic lágri–
mas, no saca gemidos de lo íntimo del corazon, como Chrysóstomo?
¿Y no se halla poi· todas partes cercado de angustias, como
sa11
Be1·–
nardo? Porque de una parte sus pecados le ac11san, de otra la Jus–
ticia Divina le asomhrn; á los pies se le representa el infierno abierto
lleno de visiones; sohre la cabeza el juez airado; dentro de sí
la
conciencia que
le
abrasa el pecho; y por
<fo
fuera el mundo todo
ardiendo que lo consume. Quien trae á su memoria la terrible cür–
cel en que le han de echar, para q1rn arda-mientras Dios fuere Dios,
¿cómo es posible que busque las ocasiones de pecar? ¿Que se deje
vencer de las tentaciones? ¿Que uo tema los peligros de cuerpo
y
alma? ¿Cómo es posible que se adeu1le mas, y no trate del descar–
go que podrá dar?
El duodécimo es hui1· de visitar mujeres (2), el de estar junto
:í
ellas,
qm~
son fuego abrasador,
y
el hombre heno , y estopa , se–
gun aquello: toda carne es heno (3), y !'si.opa amontonada; porque
verlas hiere el corazon , oirlas lo atrae, hablarlas lo inflama, to–
carlas lo incita, y comunicarlas lo pervierte: el mirar de la mujer,
dice San Nilo (4), es saeta enarbolada, arrnjada de un fuerte bra–
zo. lUas sano consejo es para el hombre llegarse al fuego, que
á
la
mujer, porque quemado del fuego , se desviará, y abrasado de la
mujer, se llegará mas; como las plantas,
~
llores crecen junto
:1
las aguas, así los deseos lascivos junto
á
la mujct-:"f san Bernardo
dice, que tiene por mayor milagro estar en compafiía de una mu–
jer ,
y
no caer, que resucitar un muerto. Haz tú , pues, lo q1rn
(t)
Laur. Jnst. lib. de ligno vil. n. 4.-(2) Ecclcs. !).-(3) .lsai.
6.0. -
(11)
S. Nillus
oral.~.
in vilia.
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