llE U. SATlSl;ACCION OBLIGlTOUL\.
IG3
1rns
L'fl
la orar.ion, flexihles ,
y
fáciles parn cuanto se Jes ordena,
verelcs con el verdor de la divina gracia ,
y
blancas con la puridad
ele
su buena conciencia ('1). En saliendo 1lc ella , por ver,
y
sr;· vis-
1
as, triu•can l:t ternura , verdor
y
ca1Hlirlcz , en dureza de picclra,
y
en los colores que le salen al rostro, 'de pma vergiienza tic lo que
hacen. Las mercaderías que están por mue'stra en las tiendas, va–
ladies son, manoseatlas están ,
y
sucias de polvo ,
y
1le
moscas,
y
ü
peligro tle que se las hurten ; las ricas en
los cofres guar1latlas.
Así la mnjc.r,
y
el hombre (2). ¿Eres tú mas fuerte que Sanso11,
mas santo que David, mas sahio que Salomon? pul's ellos se per–
dieron con mujeres por falta tle recogimiento,
y
ocnpacion, ¿qué
será de tí?
El nono remedio es la presencia de Dios, tlc Cristo crucificaclo,
del ángel Custodio ,
y
del demonio: porque Dios, no solo está
contigo poi· esencia , presencia
y
potencia, sino que quirre estar
por gracia , arrebatando tu memoria, para qne de él siempre te
acuerdes, olvidatlc:> ele lo demas: ilustrando tu entendimiento, para
que le conozcas; encendiendo tu voluntad, para que le ames; mi–
rando todas tus acciones, vilmclo tus pensamientos, rt>gistramlo tus
ohras, para premiar lo hueno ,
y
castigar lo malo. ConsiJérnle pre–
sente, en si11ticmlo la te11t::icio11; no apartes los ojos tle este Sefior,
que te ha de juzgar; pues él 111111ca los :iparta ele tí. Dios te mira;
mira tú que te mira, que por mirarlo Tais la pcca<lora, ahnrninó
¡
tll'
sus torpezas, tlió de mano
á
sus amado'res, quemó sus alhajas,
clcjó sus riquezas, fu ese al desierto á hacer áspcrn 1wnitencia ,
y
fue 'santa.
Y
á
la casta Susana movió esta cousideracion
á
elegir
antes la muerte, que consentit· la deshonesti<lad ,
á
que la pers11a-·
dian los jueces lascivos cle Israel,
á
quieucs dijo (3): l\J1•jot· es su–
frir la mue1:te, con que me amenazais, que pecar en el acatamicuto,
y
prc~encia
de mi Dios; el cual vela sobre tí, como si rn el ci1•lo,
ui en la tierra no tuviere otra cosa que vet·, sino
á
tí
solo. Piensa
hien esto,
y
te llenarás de tenior,
y
te cuhrirás ele vcrgiienza ,
y
(i) Aug. :l'l frat.
in
crcm.
St'l'lll.
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Ca.
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cp. :ni Ncpot.-(3) Dan 13.