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TIU.TAUO TEllCEllO
to dice san Basilio
(1),
que es el mas perjmlicial de los •sentidos,
porque los trae
á
todos corno á,jornal , para que les sirvan en sus
d~leites
('2). Grande bien es para el hombre no tocar
á
la mujer,
ni
á
otra cualquiera cosa .con que la carne se · inquieta, porque en
sintiendo el menor deleitillo , se vá tras <l e él como bestia tras del
verde. Y así el olfalto, gusto
y
tacto has de apartat; de todas lasco–
sas olorosas, dulces
y
blandas, que <lafian mucho
á
la pureza, pro-.
curando que la comida, .bebida, vestido
y
cama huelan
a
honesti–
dad;
y
que todos los tocamient0s, palabras, pláticas
y
conversa–
ciones sean castas, huyendo como del fuego las que no fueren tales.
J,a lengua y el corazon andan
á
una, como el reloj,
y
su mano,
que esta apunta,
y
muestra por fuera el movimiento interior de aquel;
así.lalengua dice lo que el alma siente; si bueno , habla bien ,
y
si
malo. razona mal. De lo que uno ama , de eso habla: las risas,.
meneos del cuerpo,
y
semhlautes sin dcscnvoltur<1; los trajes
y
atl.01
1 -
nos esteriores, no esquisitos, no muy costosos ; pide husos para
hilar,
y
no usos nuevos para campear (que son indicios de liviandad
y hacen sospechosa aun.
á
la mas casta, y despiertan
á
los que duer–
men, ·para que hagan anatomía de su vida
y
generacion), no vestidos
vistosos, para hacer viso entre las demas, sino honestos; conforme
á
tu estado, habifodote en todo esto, de modo que provoques
á
ho–
nestidad;
y
considera antes de tocar
,1
ver, oir, oler
ó
gustár alguria
cosa, qné fin .te mu eve,
y
sino es otro que solo tu gusto
ó
deleite,
déjalo luego, mortiflcfodote auu en cosas lícitas,
y
estarás lejos de
caer .en las ilícitas. P
r
El ses to remedio es la guarda del corazon (3), de quien proce–
den los malos pensamientos; los adulterios, las fornicaciones, que
si se guarda nos tfa la vida
(l1);
y
si no se guarJa, nos la quita.
Por lo
en.alconviene, que en sintiendo el mal pensamiento, lo
eches del corazon con presteza, como la centella, que se entra en
el
pecho,
ó
salta en la paja,
ó
lino, que si de presto no se acude
y
quita, te quema
y
abrasa la casa. Házlo así con el mal pensa-
(i)
Lib. de ver:i virgio.-(:.l)
1.
Ccr. 7.-(3) J\Iatth. 15.-(4) Prov.
~.
n.
23.
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