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miento, resistiéndole
á
los principios, porque si no; crece,
y
se for -
talece,
y
apode1;ada uria vez de la golosina del deleite, no le deja
pensar <'n otra cosa que si le faltan cosas honestas qne pensar, dé–
jase llevar «le
las deshonestas, qne le haga
u
pecar., porque el
alma no pue<le dejar de pensar en cosas bue11as,
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malas parn ·de–
leitarse;
y
si no piensa en las buenas, pensará en las malas;
y
po.r
eso es bueno llenarlo de consideraciones sautas ; pues mal podrá
evitar los malos pensamientos, quien no los tiene lu11ú10s,
y
así has
de l1uscar estos , por no tener aquellos ,
y
levantar el corazon
á
las
cosas divinas, para olvidar las humanas. Porque dicen los santos,
• que nuestro corazon es como
la piedra del molino , <¡ue siempre
muele lo que le echa su duelio; así
t1í,
si le echas trigo de huenoi:;
pensamientos, los tendrás buenos; si tierrn de pensamientos lasci–
vos , eso molerá.
El sétimo, no tener trato familiar,
y
amoroso con ningu11a per–
sona por espiritual que sea; porque como dice san llueuavcntu–
ra
(1),
la frecuente familiaridad, aunque parezca pura
y
santa, es
enemigo doméstico, daño cleleiteble, mal oculto
('.2),
y
oro falso
con esmalte de fingido rosicle1·; porque la devocion espiritual poco
á
poco se convierte en corporal,
y
carnal • .Pues si este santo dice
esto de la amistad hnena, ¿qué se podrá tener de la familiaridad
demasiada, con persona que puede tiznar la castidad? Conviene
sumamente que
el
homhre,
y
la mujer (por espirituales qae sean)
huyan con todo cuidado el verse
y
habla1·se, porque el amor ho–
nesto no pase en deshonesto;
y
del espíritu que habla, no pase al
cuerpo, qne es el instrumento con que se habla; que son las pala–
hras como las saetas, que annque se- ausente quien las dice, que–
dan fijas en el corazon del qne las oye,
y
causan vascas de muer–
te (5). Guárdate, pues, de srmejautes familiaridades,
y
mas si se
fomentan con da11ivillas,
y
regalos frecQentcs <le una parte
:í
otra;
porque SOn la l'llÍlla de Ja pureza,
y
sarmientos
COll
que
Se
CllCiendc
el fu!•go infernal,
y
mucho mas de estar á sólas cou la tal persona,
porque entonces acomete mas atrevidamente nuestro adversario,
(1) Anl. 3.
p.
l.
iG. c.
t.
vcrs. f0.-(2) Ad
G:tl.
e:. 3. n.
3.-p)
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