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DE Li\. Si\TISF,\CCION O'nLlG1TOllJ,\.

i5~

miento, resistiéndole

á

los principios, porque si no; crece,

y

se for -

talece,

y

apode1;ada uria vez de la golosina del deleite, no le deja

pensar <'n otra cosa que si le faltan cosas honestas qne pensar, dé–

jase llevar «le

las deshonestas, qne le haga

u

pecar., porque el

alma no pue<le dejar de pensar en cosas bue11as,

6

malas parn ·de–

leitarse;

y

si no piensa en las buenas, pensará en las malas;

y

po.r

eso es bueno llenarlo de consideraciones sautas ; pues mal podrá

evitar los malos pensamientos, quien no los tiene lu11ú10s,

y

así has

de l1uscar estos , por no tener aquellos ,

y

levantar el corazon

á

las

cosas divinas, para olvidar las humanas. Porque dicen los santos,

• que nuestro corazon es como

la piedra del molino , <¡ue siempre

muele lo que le echa su duelio; así

t1í,

si le echas trigo de huenoi:;

pensamientos, los tendrás buenos; si tierrn de pensamientos lasci–

vos , eso molerá.

El sétimo, no tener trato familiar,

y

amoroso con ningu11a per–

sona por espiritual que sea; porque como dice san llueuavcntu–

ra

(1),

la frecuente familiaridad, aunque parezca pura

y

santa, es

enemigo doméstico, daño cleleiteble, mal oculto

('.2),

y

oro falso

con esmalte de fingido rosicle1·; porque la devocion espiritual poco

á

poco se convierte en corporal,

y

carnal • .Pues si este santo dice

esto de la amistad hnena, ¿qué se podrá tener de la familiaridad

demasiada, con persona que puede tiznar la castidad? Conviene

sumamente que

el

homhre,

y

la mujer (por espirituales qae sean)

huyan con todo cuidado el verse

y

habla1·se, porque el amor ho–

nesto no pase en deshonesto;

y

del espíritu que habla, no pase al

cuerpo, qne es el instrumento con que se habla; que son las pala–

hras como las saetas, que annque se- ausente quien las dice, que–

dan fijas en el corazon del qne las oye,

y

causan vascas de muer–

te (5). Guárdate, pues, de srmejautes familiaridades,

y

mas si se

fomentan con da11ivillas,

y

regalos frecQentcs <le una parte

otra;

porque SOn la l'llÍlla de Ja pureza,

y

sarmientos

COll

que

Se

CllCiendc

el fu!•go infernal,

y

mucho mas de estar á sólas cou la tal persona,

porque entonces acomete mas atrevidamente nuestro adversario,

(1) Anl. 3.

p.

l.

iG. c.

t.

vcrs. f0.-(2) Ad

G:tl.

e:. 3. n.

3.-p)

Ecrlc"

~.