TilAT
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TnATADO TERCERO
José, aunque le dejes la capa en las n1anos, huye, mira que es
cruel enemigo , y te vencerá. , porque mientras mas..cerca ·está, mas
cerca está tu penJicion : muy loco es quien se atreve
á
pasar por
donde vió caer
á
otros mas fuertes y recatados, y muy atrevido quien
no teme, viendo
á
otros perecer; vana es la confianza que se ase–
gura enti·e 'los peligros; y peligrosa esperanza es no apartarse de las
ocasiones de caer; incierta es la victoria entre las armas de enemigos
poderosos; imposible es no quemarse quien anda entre las llamas;
en esta materia mas vale temer bien, que confiar mal :
y
·mejor es
tenerse por flaco, para ser de verdad fuerte, que te11erse por fuerte
para ser de verdad flaco; y es gran cordura no ponerse en semejantes
ocasiones, pues está escrito, que quien ama el peligro perecerá en él: .
:· el .príncipe que trae consigo traidores, teme acercarse
á
su
~qcmigo;
asl. e·l horrihre ha de temer, pues todos sus sentidos y potencias son
contra él en llegándose
á
la nmjer:
y
Salomon dice, como bien es–
perimentaJo, que mas quisiera él llegarse á un leon,
ó á
una
ser~
piente
~
que ·á una mujer mala; huye
de
ella, y huirás la fotnicacion;
empero, .si por razon de tu oficio te obligarn la necesidau, justicia
ó
caridad
á
ver, y visitar alguna mujer de cualquier estado que sea,
ve con santo temor de Dios, y de tu.flaqueza, e.n compañía de quien
· .te sirva ele guarda·,
y
reputacioti; háblala con palabras graves, me–
didas, y devotas, en presc1)cia .de t es tigos que te vean, y no te
o~gan,
si lo
qu~
se tPata es en confesion,
ó
en secreto,
y
prncura que
sea en lugar
públ~co,
y
decente, que rincones,
aun
en la iglesia ·' ·
no son
á
propósito , y dan que sospechar, cuanto mas en casas pai·- ·
ticulares
(1).
Si eres confesor ., letrado,
ó.
religi.oso, y te llarnáre al–
guna
enfcr~11a
para
confesars~,
ó
cqnsuhar algo, no te sientes en la
cama, no le Lomes el pulso, no permitas que te tome l·a mano para
besártela., que suele háber ·enfermedades pegajosas,
y
calenturas fre–
néticas,
y
peligrosas
(:!) ;
y
enciende.n. y abrasan los corazones,
y
almas; de la casta de aqucilas que tenian ciertas enfermas, que pre–
tcndiari pegar su contagio
y
enteca infernal
cí
san Vicente Fcner,
~
san Bernardino de Sena,
y
á otros; lee sus vida s , imita sus ejem-
(t)
Hieron.
ad
Nepolia111~-('2)
S.
íg. reg.
16.
&
18.
S~ce .