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purificadas de los justos van· primero
á
la Luna
y
despues al Sol de donde pasan
á
unirse con
Dios; por el contrario las almas de los malos van
al infierno hasta que purificadas pasan
á
otros
cuerpos. Decia Ma nes que Cristo-Dios, bajo las
apariencias de un hombre, se había presentado
á
los judios,
y
que estos, movidos por el mal
principio. le habían dado una muerte crncl que
solo sufrió en apariencia. Segun las promesas de
Cristo, habia mandndo
á
sus discípulos el Espí–
ritu Santo que era el mismo Manes para que los
instruyese
y
propagase su doctrina. Ademas de
estos errores negaban los maniqueos el libre
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bedrio, el pecado original
y
la necesidad del
bautismo;
y
prohibian el B}'atrimonio.» Esta sec–
ta se extendió rápidamente en Arabia, Egipte,
Siria
y
Africa; contó entre sus prosélitos
á
Sñ n
Agustín que despues
fué
su mas terrible adver–
sario ; y aunque desapareció
á
fines del siglo
quinto, ha vuelto
á
aparecer en los tiempos mo–
dernos con los nombres de Albijenses
y
Patari–
nos.
Cuatordec:ñrnanos -Hasta mediados del
siglo segundo existia en la_Iglesia de Oriente la
costumbre introducida por los judíos converti–
dos, de celebrar la pascua el día catorce de :Mar–
zo;
y
tres días des pues la Hesurreccion, quepo–
día caer en cualquier dia de la semana: por el
contrario'la Iglesia de ffccidenle celabrnba esta
fiesta el. Domingo posterior al catorce de Marzo,
siendo esta diferencia causa de continuas dispu–
tas. Deseando S. Policarpo, obispo de Esmirna,
uniformar la disciplina hizo un viaje
á
Homa ;