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ron de Pablo
y
Silas
y
los presantaron
á
los
magistrados que los hicieron apale::ir
y
pusieron
en la cárcel. Puestos en libertad, recorrieron
varias . ciudatles de la Grecia
y
llegaron
á
Atenas,
en donde Pablo predicó al Dios desconocido;
fué
escuchado en el Areopago
y
convirtió
á
Dionisio Areopagi ta. Pasaron dcspues
á
la rica
Corinto,
y
en seguida
á
Efeso: fueron muchos
Jos milagros que hizo Pablo
,y
muchos los fieles
que bautizó en
es ta
ciudad ; pero habiendo
sublevado al pueblo un platero que especulaba
haciendo pequeños temp los de plata de la Diana
de Efeso, Pablo se retiró
á
Macedonia;
y
des–
pues de hab er recorrido la Grecia,
y
visitndo
las islas de Chios, Samos y Mileto, se dirijió
á
Jerusalem
á
dar cuenta de sus trabujos. Recono–
cido aquí por los judíos, sus implacables cne-–
migos fué sacado del temp lo
y
lo llevaban para
matarle, cuando Lísias,
tribuno romano, lo
arran có
á
la multitud
y
lo detuvo preso; queria
ha cerlo azotar; pero Pablo declaró que era
ciudadano romano; por lo que lo hizo conducir
á
Cesárea,
dondeel gobernador Felix, que des–
pues de dos
UJi.osde prision lo entregó
á
su su–
cesor Festo. Sabiendo entónces Pab lo que los
judios tratab::in de asesinarle, apeló al tribunal
de César
y
fué mandado
á
Roma. A su llegada
á
esta ciudad tuvo su c::isa por cárcel
y
siguió
predicando el Evange lio durante los dos años
que residi ó en ella. Algunos opinan que pasó á
España y aún que volvió
á
Oriente ; pero no
exUen datos que lo comprueben, solo esta fuerá
de duela que fué decapitado en Roma durante la
persecucion del emperador Ncron.