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Gerarquía-Desde e l principio del Cris–
tianismo existi ó diferencia ent re los mrn1 st ros
de la Religion qu e tomaron el nombre de
clfri–
gos
y
el resto de los fieles qu e se ll amar on
legos.
Pero no todos los dérigos ej ercieron las mismos
funciones, ni tuvi e ron igu a l a utoridad: exis ti ó
entre ellos cierto órden ó graduacion que. es lo
que se llama
gera.rquía ec lesiástica .
Segun la
institucion de Jesucristo, S. Pedro
fué
el gefe de
!os apóstoles;
y
á
su muerte su sucesor, el obis–
po de Roma, recono cido como cabeza de la Igl e–
sia universal
y
ce ntro de la unid ad religiosa,
obtuvo la primacía de honor
y
jurisdicc ion sobre
todos los demas obispos . Mientras vivieron lo s
apóstoles, estos los ayudaron en sus trabajos
evangélieos ; d esp ues fu eron
sus
sucesores,
y
cada comunid ad de fieles tuvo por cabeza un
obispo que era depositario de la doctrina
y
de
la plenitud del Sacerdocio. Mns tard e los obis–
pos de varias comunidades se reunieron al de
alguna ciudad ilustre,
y
este, que se llamó Arzo–
bispo, ó Metropolitano, tenia el de recho de con–
vocará los obispos que le estaban unidos que se
llamaron por esto
sufragáneos.
Tambien los
obispos de algunas ciudades muy célebres obtu–
vieron grandes prerogativas
y
se ll amaron
pa–
triarcas.
En un principio solo hubo tres patriar–
cados: el de Roma,
el
de Alejandría
y
el de An–
tioquía; posteriormente se establecieron el de
Jerusalem, por sus gloriosos recuerdos,
y
el de
Constantinopla cuando se tra slad ó
á
esta ciudad
la capital del Imperio. Los obispos eran elegidos
por las asambleas populares; pero no entraba-