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general que se celebró en Nicea;
y
para destruir
Jos restos
y
recuerdos del pnganismo trasladó la
capital del Imperio á Bisancio-que se llnmó Cons–
tantinopla (330). La posteridad ha dado
á
Cons–
tantino el dictndo de grande; aunque es cierto
que no estuvo exento de grandes faltas, su ta–
lento político, su génio guerrero
y
sobre todo
la grande obra de haber sostituido á los errores
del paganismo la sublime doctrina del cristia–
nismo le · hacen acreedor á este título que le ha
conservado la historia.
Juliano
el
Apóstata, Reaccion
del
paganisIDo
-
A la muerte de Constantino
el imperio quedó divido entre sus tres hijos :
Constante, Constantino
JI
y
Constancio;
y
des–
pucs de una lucha sangrienta, por muerte de
sus hermanos, quedó Conslancio único dueño
del Imperio. Para gobernar mejor mandó á su
primo Juliano con el titulo de César á las Galias,
en donde este se hizo el ídolo de los soldados
por su valor
y
talento guerrero; de los bárba–
ros, por su hábil política:
y
del pueblo por su
buen gobierno. Poco tiempo despues procla–
mado Juliano emperador por sus soldados mar–
clrnba
contra Constancio cuando este murió de–
jandolo por sucesor.
Apénas tomó Juliano posesion del trono, ma–
nifestó sus funestos designios: abju_ró pública–
mente_la religion cristiana
y
se propuso resta–
blecer el paganismo; por lo que ha recibido el
calificativo de apóstata
(3ü1) .
Pero Juliano, que
sabia cuan fecunda era la sangre de los márti–
res, no renovó las antiguas persecuciones, ni