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· VIDA

NO T

.A.

No

debemos pasar en silencio que las .principales fuer–

zas de que se c_omponia la armada cristiana consistian en

la$ gaJeras

y

soldados españoles que envió la religiosa pie–

da!d de nuestro monarca el señor don Felipe

11.,

cuyo her–

mano don Juan de Austria, general de la liga, tan devo–

to como valiente, no contribuyó poco

á

la derrota de los

turcos. La espada con que este insigne general hizo pro–

digios de v.alo.r en aquella aq;ion, se conserva en Madrid

en la armería.del rey :- ótra. se muestra en el convento ob–

servantísimo de predicadores de nµ·estra señqra de Atocha,

de la misma villa

y

corte de Madrid, que sacan en la pro–

cesion del Rosario. Pero quizá será una de las muchas que

tendría aquel general para lo que pudiese ocurrir. .

El santo.papa san Pío V. tuvo relacion de esta mi–

lagrosa victoria al mismo tiempo que los turcos fueron

derrotados;

y

estuvo tan persuadjdo

á

que b

abia s!

do efec–

to de la especial proteccion· de la Madre de Di.os, que en

accion de gracias instituyó

á

honra su ya una fiesta par–

ticular el año r 572 , baxo el nombre de nuestra señora de

la Victoria; la que quiso fuese al mismo tiempo la soleqi–

.nidad del Rosario. E·l :pa,pa Gregario

XI

JI.

perf1

1itió á la

cofra~ia ~qel

Rosado

hi~Je~e

·esta fjesta el primer

d

om.in–

ga de

o~tubre; finalment~,

dos yictorias alcanzadas casi

,aL

II:ÚSD!l:9

,tiempQ sobre los turcos por la omrii potente pro–

teccion de la ·Madre de Dios de los exércitos moviéron

al papa Clemente XI.

á

hacer que se celebrase la fiesta del

.Rosario

~n

toda la Iglesia.

.

J

,,:La. primera de estas dos

ips~ignes

victoria.s ,

con~egui~

das sobre los turcos.

por

la

e~plecial ·

prQteccion de la san–

tísima Vírgen, 1,es

la

,qµe se lla:ma )a.

1

vi~·toria

cie Selim,

conseguida por las tropas del ·emperador Cárlos Francis–

co el dia de la fiesta de nuestra señpra de las

Niev~s,

el 5 de agosto del año

1716,

en la cual los tqrcos per,–

diéron mas de tr;einta mil hombres, muertos en

~l

campo

de patalla, sincpntar los prisioner·os, todos sus

q1ñone~,

s4s

tiendas , todo su bagage , todas sus banderas ;Y es.tan–

dartes: esta señalada victoria fue seguida de la toma de

Belgrado•.