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DE LA SANTÍSIMA VÍRGEN.

el cual, acompañado de todos los coros de ·Jos a'.nge1es,

y

de todos los habitadores de la corte celestial , ve'n1á

á

·:recibir su hienavenrurádo espíritu,

y

conducir, como en

triunfo,

aqü 0lla

alma tan pura

y

'tan anta

á la

estancia

-de la bieuaventurada inmo r·talidad.

A

este tiempo el al–

ma de la santísima Ví rg n, abrasada de todo el a·rdor

del divino fuego que

ya

no -guarda·ba medida, se desunió

por sí misma de

u

sarlto cuerpo,

y

f1;1e llevada en triun–

fo

ha

ta el tcono del mi mo Jesucristo, como 'dice sari

Agustín :

...(1r1gelica11; trans en·s

dig tíitatem,

usque

ad sum"!..

mi R egis

thr o11un> 5u,blimata

~

t.

Inmediatamente que es–

piró la santí

iuna

Vírgen ,

1

todo el cuarto ·Se llenó -de

una

luz milag ro

a,

mas res landeciente que la del sol. Todá.

la milicia cekstial, dice san Gerónimo, salió al encuen–

tro

á

la Madre

de

Dios , cantando himnos

y

cánticos

á

h

nra suya , los' que fueron oidos de

to"ª

'la

ra

amblea:

Militiam ccelorum cum suis

gminibus,

festive o6viam ve–

nisse Gen.itrici Dei

cum

iauazbu·s

et

canticis, &c.

No era

justo, dice san Agustín , que María fuese colocada en

la

gloria en otra pa1 te, que eh donde e tá aquel

á

quien

parió:

1Von

enim

fas est alibi te

esse,

& c.

,

'

Luego que

la

santísítna

1

V

írgen hubo dado su espír-itu

7

todos se posHá'ron

á

sus pies

J'

besándolo con un p'rofun–

d.o respeto,

y

regand0~l

·s1con

sus

lágrimas. Tbdos los

fieles qne e taban ¡ew Jcirusal(!p

y

eA

aqu€Hos contornos

fueron

á

toda priesa , con una devocion la mas . uerna

7

honrar

-aquel

santo cuerpo, que habia·· sido el' santuario

hecho

car:

ne,

y

.que era el objeto

mas

digno de ·la v·ene–

racion

df:!

los

hambres ~

y

de los .ángeles que hábia habida

sob

re

la

tierita. ·No se ·presentó ningu

1

n enfermo que

no

·qu~

das.ei·

· turadó-

allí

mi mo;

y

san Juan

Damasc'enó~

que

n

o eón

ervó

y

traspasó á nosot t-os lo ' que babia 're–

cibi<do de

la

mas antigua tradicion,

dice

que , hasta los'

judÍLOS

no co'nvertidos experimentáron los efectos de

su

poder,

y

·eartjci

on

1

de sus milagros. ·

·

1

I

SátisfecbaJ la dev@ci0n de

l~s

fie·les

' .s~

llevó aq'uel

sa'–

grad

0

1

dep6sito · al

í

ugát de ·la') sepulttfra,

que

fue en la aI- :

·dea: de

~etsemánn· di~tant'~

rc0mq unos 'Jtrescient6s ó cua.

trecientos pasos éie Jérusalen. Los apóstoles l1evaban las

andas,

y

todos los

fiel~s,

seguian con hachas

encendida s~

c.aniando himnos

y

cánticos. El santo cuerpo fue puesto