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DE LA SANTÍSIMA VÍRGEN.
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Madre· de Dios, asignada al 15 de agosto,
Die XV. au–
gusti, assumptio sancta? Marice.
Los sábios benedictinos
de san Mauro ponen la data de este calendario manuscri–
to al fin del siglo IV. hácia el año 390; lo que d emues–
tra que la Iglesia ha celebrado con solemnidad la fiesta
de la asuncion de la santísima Vírgen desde que tuvo li–
bertad de celebrar públicamente sus fiestas en el reynado
del gran Constantino; es á saber, á principios del siglo IV.
inmediatamente que se acabáron las persecuciones exci–
tadas por los paganos. No es esto decir que esta fiesta
no fuese antes muy solemne entre todos los fieles; pues
no se puede dudar que desde que
murió
la santísima Vír–
gen se baria en particular en toda la Iglesia la fiesta de su
gloriosa asuncion
á
los cielos como se hacía en particular
la fiesta del nacimiento, de la resurreccion y de la ascension
del Salvador del mundo; solo queremos decir, que despues
que el gran Constantino hubo dado la paz á la Iglesia, se ce–
lebró públicamente la fiesta de la asuncion de la Vírgen con
mucha solemnidad,
y
quizá no se tiene noticia de fiesta
mas antigua que ésta. Tambien se puede decir que el nom–
bre de asuncion que la caracteriza, declara bastante cuál
es la fe de la Iglesia to
cante á este misterio;
y
que cree
verdaderamente que la santísi.ma Vírgen fue llevada en
cuerpo
y
alma á los cielos desde su preciosa muerte.
Ningun santo ha habido, ningun mártir, ningun após–
tól, cuya muerte
y
entrada en el cielo se haya jamás lla–
mado
asuncion.
El dia feliz en que entráron en el gozo
del Señor se llama solemnidad,
triunfo~
nacimiento; so–
lo al triunfo de la santísima Vírgen se le da el nombre
de asuncion; que quiere decir, dia en que su dichosa al–
ma, volviendo á tomar su santo cuerpo, entró triunfan–
te en la mansion de la gloria ,
y·
elevándose sobre todas
las puras criaturas, fué á colocarse inmediatamente de–
baxo de Dios:
Angelicarn .transiens dignitatem usque ad
summi regis thronum sublimata est.
San Juan Damasceno, explicando estas palabras del Pro-
feta :
Surge, Domine, in requiem tuam, tu et
arca sancti–
ficationis tua?
(
P
salm.
13
r.): levántate, Señor,
y
el arca .,
por la cual haces glorificar tu nombre: levántate,
y
en–
tra en el lugar que debes fixar para siempre tu morada :
iquién no ve, dice este Padre, que el Profeta habla aquí
Tom. VI.
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