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DE LA SANTÍSIMA VfRGEN. 239
porque quitaba toda espe ra nza de poder j amás contar en–
tre sus descend ientes a l Mes ías .
San Joaqui_n y santa Ana., resignados pérfectamente
eh la volu_otad de Dios., llevaban .con paciencia esta hu -
1niBacion; y míraban á los pobres como á sus hijos., para
los cuales destinaban su herencia. Pero Dios tenia sobre
éllos muy distintas miras , y la humillante esterilidad de
los dos esposos era en los des ignios d e D ios u r.a condi–
cíon para tener el mas precioso fruto de .s u matrimon io.
Sara tampoco Sue ·madre de Isaac siD.o <l espues de una
larga ester-ilidad ~ ni Ana., muger de Alcana, tuvo á -8a–
muel .sino despues de una larga esterilidad ; ni Juan Bau–
tista babia de ser de otro modo el hijo tan d eseado de
una estéril. Convenia .., dice san Juan Damasceno, .que Ma–
ría, que babia de t ener una virginidad fecunda, fuese hi–
ja de una madre estéril, para . que así el primer milagro
:dispusiese los espíritus á otro prodigio mayor, y ·aun por
eso el Angel se sirvíó despues del exemplo de una esteri–
Ud ad fecunda, para proba r que Dios puede hacer que una
v írgen sea madre sin dexar de ser vírgen , y q ue para
Dios nada hay imposible..
E s una píadosa y ant'igua t radicion., que viviendo es ·
tos d os san tos esposps con mucho retiro, y derramando
sín cesar .su corazon delan te de Dios., fu é ron avisados se–
p aradamente por un .á nge l qu e bjen pronto tendr ian una
h ija , que sería la gloria <le lsrael y el consuelo de su pue–
blo . En efec to, et d ia 8 de d iciemb re/ del m ismo año,
que era el 4000 ,, poco mas ó ménos des pues de la c rea–
cion .del mund o ., santa Ana concib ió á la Vírgen sa ntísi–
m a ,, la c ua l, por un pri vil eg io s ingu1ar.., fue criada en gra·
cia y an1i rad de Di-0s, habiéndola exírnido e l S ñor.., por
un favor de l pecado .orig inal, y dot ádola desd e
el príme r de su concepc ion de todos los dones
del Espíritu ~ siendo ya mas sa nt a y mas agr
á los Djos de en aquel r momento, .que tod.os
los Santos j_uu tos ha n sido y al fin de su vid a ('Bonav,.
dist. 13.). E ra convení.ente, e san Buenavent ura,, q ue la
santísima JTirgen no fues e manchada con ningun pecado..,
y que de tal s uer te venciese al demonio, que no estuv iese
ni aun un solo instante bqx o su i rnperio. Solo el hijo de
la vírgen María, dice en otra parte, fué e xento por na -