Table of Contents Table of Contents
Previous Page  205 / 404 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 205 / 404 Next Page
Page Background

_,

SENOR NUESTRO.

191

de

J

esus,

y

~1

desagravio de los ultrajes que recibe en la di–

vina Eucaristía de la enorme ingratitud de los hombres;

aunque esta sólida devocion sea tan antigua,

y

siempre

b.a ya sido tan de la aprobacion

y

del gusto de los mas

grandes santos, co

mo se pue

de ver en el libro intitulado:

devocion al sagrado

Coraz.on

de Jesus,

que el au tor de es-

·ta historia ha dado

al públic

o; parece que no se ha reno–

vado en estos últimos tiempos sino para hacer revivir

aquel primer fervor casi apagado el dia de hoy en lama-

.yor

par~e

de los cristianos..

·

.

~ A

la verdad, como el adorable Corazon de Jesucristo

Señor nuestro, es el santuario de la santidad del mi-smo

Dios; co1no todos sus movimientos ppr la dignidad de la

persona divina que los obra, son de un valor infinito; co–

mo este divino Corazon no solo es el asiento del inmenso

amqr que Jesucr-isto nos tiene, siho tambien el _Ó-r-gano de

este a1nor; como en este sagrado Corazon nacen todos los

sentimientos de dulzura, de bondad

y

de misericordia que

este divino Salvador nos manifiesta; como este Corazones

~l

manantial

y

el tesoro de todos los favores

y

beneficios

de que somos colmados; como es el asiló de los pecadóres,

y

la mas dulce morada de las almas santas; finalmente,

como este divino Corazon fue como la ofi cina en donde

se formó el plan de todos los sagrados misterios de la vi–

da y 1nuerte de Jesucristo, no ha y que extrañar el que

todos los Santos hayan honrado

á

este sagrado Corazon

con u-n culto tan religioso, y le hayan profesado tan tier–

na devocion..

·

(S. Bernardus de Pas. Serm.

3. ).

tr

¡Oh dulcísimo Jesus

"exclama san Bernardo, qué de riquezas encerrais en vues–

" tro sagrado Corazon

!

i

Es creíble que los homb res no

"sientan lo mucho que pierden por su indiferencia ,

y

"por el olvido que tienen á este adorable Corazon

~ .

Por·

,, lo que á mí toca,

aña~e

el santo Doctor ,

yo

nada omi–

" tiré para ganarle

y

poseerle., y le consag raré desde hoy

"todos mis pensamientos: sus sentimientos y sus deseos

"serán los inios; y en fin, lo daré todo, todo lo sacrifica–

" ré por comprar este tesoro.

i

Pero qué necesidad hay de

"comprarle, con.tinúa el santo Doctor., siendo como es

"'verdaderamente mio? El cora.zon de Jesus (lo digo con

"confianza) el corazoz:i de

Jesus

es

mi0,

pues es de mi ca-