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SENOR NUESTRO.

187

dos los pueb:fos de la tierra empezando desde

J

erusalen:

que los qu'e creyesen

y

recibiesen

el

bautismo ,

y

tu–

viesen una vida pura, santa

y

conforme

á

las máximas

de .su evangelio,

se

salvarían; pero que los que no cre-

'yesen,

ó

creyendo viviesen poco cristianamente, se con–

denarian..

Y

para que

po~ais

trabajar mas útilmente en

la conversion de los infieles, añadió, os daré el poder

de hacer milagros, de expeler los demonios en mi nom–

bre

y

hablar nuevas lenguas, de no temer las mordedu–

ras de las serpientes, ni nada de cuanto hay de vene–

noso. {

Marc.

i6.)

Finalmente, despues de haberles pro–

metido enviarles el Espíritu santo, les mandó se estua..

vieran algunos días retirados en Jerusalen, pasando el

tiempo en oracion,

y

que no se moviesen hasta que

fue–

sen revestidos' de una fuerza que vendria de lo alto.

'(

Luc.

2~.)

Despues de lo cual

le~

djxo

á

todos que fue–

sen con

él

al m0nte ·de las ·Olivas. Luego que hubiéron

.subido

á

dicho monte, levantó las manos,

.y

les echó á

todos-su bendicion. Postrados todos en tierra .,

le adorá–

ron;

y

al mismo tiempo se fue levantando poco

á

poco

·h~cia

el cielo viéndole todos, hasta que

en fin

le per–

·d·iéron de

vista~

Entonces fue cuando este divino Salva–

~r ~

peFie'trando

-en

un instante todos los cielos, en

me–

dio de toda_ la corte celestial que babia salido

á

recibir

á

·su

soberáno Señor,

fué

á

sentarse como hijo único de Dios

á

la diestra de-su Padre, en el mismo trono en donde rey-

·na

y

reynará mas allá de todos los siglos por

toda la

eternidad., comunicando

á

su sagrada humanidad toda

la

'plenitud' de

su

-gloria.

·-

Todos:los apóstoles y discípulos que le habían visto

subir

al

cielo por

su

propia virtud., penetrados de

gozo~

abrasades

de

amor

y

arrebatados de admiracion, esta–

ban inmobles ·en el parage donde les había cogido un es–

pectáculo de tanto gusto para éHos,

.sin

poder apartar

la

yista de la nube que les babia quitado de los ojos

á

su

fli-vino Maestro; hasta •que dos ángeles ·se les aparedé–

ron en figura humana, vestidos de blanco-,

y

les dixé–

ron:

(Actor.

9.)

Varones

de

Galilea,

?,qué

haceis aquí

mi–

rando .al

.ciel.o

~

Este Je

sus

que se ha

partido

de vosotros

·para, el .cielo., volverá así .como le habeiJ visto subir ni

cielo.

Hablaban del

gran

dia del j uicio final, ef".. que Je-