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VIDA
flE CRISTO
gistrados
y
jueces oriundos de su raza, hasta que venga
el que ha de ser enviado, y el que será la espectacion de
las gentes (
Gen.
49- ). En
efecto, vino este anunciado
Mesías; y no fue, segun la prediccion, sino despues que
el cet ro hubo salido de
J
udá, y cuando ya eran extrange–
ros los que gobernaban el pueblo.
El
efecto verificó la pro–
fecía en la persona de Jesucristo; no es menester mas que
leerla para reconocer visiblemente
al
Mesías
en
la perso–
na de Jesucristo.
La profecía de Daniel determina todavía mas fixamen–
te la época de su venida,
y
da una idea todavía mas indi–
vidual de las circunstancias de
élla.
Los tiempos que Dios ha fixado en favor de vueJtf'o
pue-
-
hloy de vuestra ciudad,
dixo
el
ángel Gabriel al profeta ·
D aniel,
sori setenta semanas
de años, que hacen qua tro–
cientos noventa años,
para que las prevaricaciones sean
abolidas, para que el pecado t enga su fin, para que la
ini–
quidad sea borrada
,
para que la justicia eterna venga
á
la
tief!'ra, para que las profecías sean cumplidas, y el
San~
to
de los santos reciba
la
sagrada uncían
; es decir, para
que el Verbo se haga carne,
y
se llame el Cr isto, ó el
Ungido del Señor.
Despues de setentay dos semanas mata–
rán a!
Cr isto ,y el pueblo que le ha de negar, no será
mas
su
pueblo. Un pueblo con su caudillo,
habla de los romanos,
mandados por T ito,
destruirá al Cristo y á su santuario.
Aca-bará ésta con una entera ruina ,y despues de final/–
zada la guerra, sucederá la desolacian que ha· sido predi–
cha·.
El
Cristo confirmará
su
allanza con muchos en
una
se–
mana ,y
á
mitad de la semana quedarán aboiida·s las hos–
tias-
y los sacrificios antiguos.
La
abominacion de la deso–
lacion estará en el templo ,y durará
la
desoladon hasta
la
conJumad ony hasta el fin
(Daniel
9.
).
Era
tan terminante,
y
esrnba tan clara esta profecía ,
que
cuand0 Jesucristo viho al mundo,.todos
10s
judíos es–
taban persuadidos que babia llegado ya el término de su
libertad
y
de sus esperanzas, señalado por Daniel. Tanto
los docto·res·,. como el pueblo, estaban
~n
espectacion: se
-.connabao., por decirlo asf, las horas·;
y
se hubiera dicho
<]Ue se buscaba cada dia cofl' los ojos á aquel que el cielo
~abia
prome tido desde el nacimiento del mundo,.
y
que,
s.egun
·el
cálculo del
Profeta ,, debía
dexarse
ver
en aque-
\