Table of Contents Table of Contents
Previous Page  18 / 404 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 18 / 404 Next Page
Page Background

4

VIDA

flE CRISTO

gistrados

y

jueces oriundos de su raza, hasta que venga

el que ha de ser enviado, y el que será la espectacion de

las gentes (

Gen.

49- ). En

efecto, vino este anunciado

Mesías; y no fue, segun la prediccion, sino despues que

el cet ro hubo salido de

J

udá, y cuando ya eran extrange–

ros los que gobernaban el pueblo.

El

efecto verificó la pro–

fecía en la persona de Jesucristo; no es menester mas que

leerla para reconocer visiblemente

al

Mesías

en

la perso–

na de Jesucristo.

La profecía de Daniel determina todavía mas fixamen–

te la época de su venida,

y

da una idea todavía mas indi–

vidual de las circunstancias de

élla.

Los tiempos que Dios ha fixado en favor de vueJtf'o

pue-

-

hloy de vuestra ciudad,

dixo

el

ángel Gabriel al profeta ·

D aniel,

sori setenta semanas

de años, que hacen qua tro–

cientos noventa años,

para que las prevaricaciones sean

abolidas, para que el pecado t enga su fin, para que la

ini–

quidad sea borrada

,

para que la justicia eterna venga

á

la

tief!'ra, para que las profecías sean cumplidas, y el

San~

to

de los santos reciba

la

sagrada uncían

; es decir, para

que el Verbo se haga carne,

y

se llame el Cr isto, ó el

Ungido del Señor.

Despues de setentay dos semanas mata–

rán a!

Cr isto ,y el pueblo que le ha de negar, no será

mas

su

pueblo. Un pueblo con su caudillo,

habla de los romanos,

mandados por T ito,

destruirá al Cristo y á su santuario.

Aca-bará ésta con una entera ruina ,y despues de final/–

zada la guerra, sucederá la desolacian que ha· sido predi–

cha·.

El

Cristo confirmará

su

allanza con muchos en

una

se–

mana ,y

á

mitad de la semana quedarán aboiida·s las hos–

tias-

y los sacrificios antiguos.

La

abominacion de la deso–

lacion estará en el templo ,y durará

la

desoladon hasta

la

conJumad ony hasta el fin

(Daniel

9.

).

Era

tan terminante,

y

esrnba tan clara esta profecía ,

que

cuand0 Jesucristo viho al mundo,.todos

10s

judíos es–

taban persuadidos que babia llegado ya el término de su

libertad

y

de sus esperanzas, señalado por Daniel. Tanto

los docto·res·,. como el pueblo, estaban

~n

espectacion: se

-.connabao., por decirlo asf, las horas·;

y

se hubiera dicho

<]Ue se buscaba cada dia cofl' los ojos á aquel que el cielo

~abia

prome tido desde el nacimiento del mundo,.

y

que,

s.egun

·el

cálculo del

Profeta ,, debía

dexarse

ver

en aque-

\