3·2.8
DOMlNGO
VEINTE
Y
UNO
antecedente: este salmo está 1 eno de tan bellos sentimien–
tos de estimacion y afecto
á
la ley de Dios, que debiera
ser familiar á todos los fieles:
Beati immaculati
in
via, qui
ambulant
in
lege
Domir1i:
felices aquellos que andan siem–
pre por el camino de la inocencia
y
de la ley del Seifor.
La proteccion milagrosa que mostró Dios en favor del
pueblo· judáico en el tiempo que el orgulloso Aman babia
juradG acabar con él,
y
el feliz. suceso. que tuvo la ora–
cion de
Mardoqu.eoy
de Estér, han determinado., sin du–
da,
á
la Iglesia á emplear tambien el día de hoy en el in–
trói:to de la mi,a el primer versículo de este salmo.
La epfswla , como llevamos dicho, es
d~l
capítulo sex–
to de la carta de san Pablo
á
los fieles de Efeso, en que
el
~anto
Apóstol los anima
á
la lucha, que toda nuestra
vida hemos de tener con los enemigos de uuestra salva–
cion; los cuales son tanto mas temibles , cuanto están
siemp.rede acuerdo. con nuestro propio corazon, con nues–
tros. sentidos, con nuestras pasio.nes,
y
con nuestro amor
propio..
Corfort ami
ni
in
Domino·,
les dice ,
et in poten
tia vir–
tutis ejus:
Confortáos en el Señor,
y
en ..su virtud todo.-
.poderosa. Despues de haber dado san Pablo instrucci<>–
nes particulares á cap.a
u.nade las condiciones ,
se
dirige
á
todos los fieles de EfesG en general,
y
los exhorta
á
re–
sisür co.n valor
á
todas las tentaciones, contando. siem–
pre con la proteccion todopoderosa del Señor, y po–
'niendo en él toda su confianza:
lnduite vos armaturarn
Dd
'·
ut
pos
sitis stare adver
sus insidias diaboli
:
revestíos
ide las. armas ae Di0s para que podais estar alerta contra
·las emboscadas del demonio. Por las armas de Dios en–
tiende san Pablo la fe, la caridad, la confianza en
Dios,
la vigilancia, la oracion, la mortificacion , la penitencia,
el fervor , el exercicio de las bueaas obras, la frecuencia
de los sacramentos , en una palabra, al mismo Jesucrist0.
Emplea san Pablo gustoso esta metáfora , tomada de la.
gue11ra
y
de las armas:
Nam arma militice
nostrce
,
die.e
escribiendo á los corintios,
non carnalia sunt, sed poten–
tia Dei ad destructionem
munitionum:
porque las armas
con que pelearnos nosotros nada tienen de la carne, sino
que sacan su fuerza de Dios para destruir lac; fortalez as
enemigas. Quiere el samo Apóstol que los fieles se consi-