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DESPUES DE PENtECOSTES.

3

r

5

parte hace decir al mismo Apóstol, que un cristiano no

debe hablar sino de Dios.

Si quis loquitur, quasi sermo–

pes Dei.

La Iglesia

Llena

de este espíritu , en todo tiempo

ha pllesto •

la boca de los fieles cánticos espirituales

para fomentar su devocion

y

su gozo interior, .Y para

deHerrar de toda boca cristiana esas canciones profanas

que no se han podido heredar sino de los paganos. Hay

en los salmos tan hermosos sentimientos de religion

y

de

piedad , que nada parece puede hallarse mas

á

propósito

para alimentar la devocion de los fieles ·; por eso la Igle–

sia

desde su nacimiento hace de éllos su oracion ordina–

ria,

y

obHga á todos sus ministros

á

que igualmente ha–

gan éllos la suya. El pueblo que está consagrádo al Se–

ñor, decia David, los hijos de lsrael

que

tienen la honra

de llegarse á Dios en su templo, canten himnos

y

cánti–

cos en alabanza suya:

Hymnus omnibus sanctis ejus,

fi–

liis

Israel, populo appropinquanti

sibi.

Quiere san Pablo

que meditemos

y

que cantemos interiormente salmos, him–

nos y cánticos espirituales, dí rigiendo estos cánticos

y

es–

tos salmos al Señor:

Psallentes in cordibus vestris Do–

mino.

Aunque la oradon que se reza sea

1~

mas religiosa,

la mas sagrada, la mas santa, si no se hace en el corazon,

inútilmente se pronuncia con los labios: Dios no oye sino

la voz del corazon.

Gratias

agentes semper pro omnibus,

in

nomine

Do–

mini

no.rtri Jesu Christi, Deo et Patri:

dando continua–

mente por todo gracias á Dios Padre en el nombre de

Jesucristo nuestro Señor. Supuesto que nada sucede que

no sea por órden de la divina Providencia, debemos es–

ta r persuadidos

á

que todo lo que sucede es para nues–

tro bien. La enfermedad

y

la salud , las prosperidades

y

las de gracias , los bienes

y

los males de esta vida todo

contribuye

á

la gloria del Señor,

y

al mayor bien de .sus

escogidos:

Diligentibus

Deum,

dice en otra parte san Pa–

blo,

ornnia cooperantur in bonum.

E'\ propio de la virmd

de los cri stianos, dice san Gerónimo, dar gracias á Uios

por lo que les sucede, sea próspero

ó

ad verso. Finalmen–

t~,

manteniéndo'\e en una mútua sumhion , añade el san–

to Apóscol , por temor de Jesucristo:

Subjecti invice

n

in

timore

Christi.

Ordenando san Pablo

á

codos los fi eles que

cumplan perfectamente con sus obligaciones, cada uno en