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DOMINGO VEINTE
porque hay pocos que vivan segun las leyes y máximas
del evangelio. No tengas otra regla de conducta q.ue este
evangelio;
y
cueste lo que costare, es preciso ser de
la
pequefia grey.
·
2
i
No sabeis , decia san Pablo
á
los corintios , que
los
que
corren
en
el palenque, todos corren; pero que uno
solo
se
lleva
el
premio~
Corred vosotros de modo que
le
obtenga
is
(Cor.
9. ).
Para
e~to,
ademas de las ad verten–
cias precedentes, observa las que se siguen :
I.
Haz fre–
cuencemente la corte á Jefücristo en el santísimo Sacra–
mento: pon toda tu confianza en este divino Salvador,
y
tenle en este adorable misterio un amor tierno
y
res pecoso.
2.
La
frecuente comunion, siendo con las disposiciones ne–
cesarias, a-;egura en cierto modo la salvacion y alimenta
el
alma con
el
pan de los fuertes :
porque
,
i
qué es lo que
el Señor tiene de bueno
y
de excelente
que
dar
á
su
pueblo,
dice el profeta Zacarías (
Zach.
9.),
sino el trigo de loi
escogidos~
3.
Una devocion tierna
y
seguida á la santísima
Vírgen se ha mirado siempre en la
lgle
ia como una se–
ñal visible de prede tinacion. San Juan Damasceno la lla–
ma
/aprenda segura de nuestra salvacion (In nat. B. M.
17.),
los que hubieren ganado la benevolencia de María serán
reconocidos de los habitantes del paraíso por sus conciu–
dadanos;
y
el que estuviere marcado con este sello esta–
rá escritolen el libro de la vida, dice san Buenaventura
sobre el salmo
w.
Reza todos los dias la
Salve Regina
para alcanzar por la poderosa
i
tercesion de la Vírgen
¡antísima la gracia de ser del corto número de los que
se salvan.
'~(i~~e~,a~~$~~em\~$~..tS\~El~-'
DOMINGO VEINTE
DESPUES DE
PENTECOSTES.
E1
domingo veinte despues de Pentecostes se puede lla–
mar el domingo del magnate de Cafarnaun, el cual hace
el -asunto del evangelio de la misa de este dia. Todo es
instruccion en este evangelio, como cambien en la epísto-