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DESPUES DE PENTECOSTES.

321

go horam ab

eis,

in

qua ·melius

Je dixeron :

~i\.yer

- á la

hora sép·

habuerit. Et dixenmt ei: Quia

tima le

dexó

la

calentura. Cono...

herí hora sepfima

reliquit

eum

ció,

pues,

el

padre

que ::i.q\leila.

febris. Cognovit ergo

pater,

era la

hora

en

que

le 1

di~p

J

~:i,~¡S,

quia ifta

hora erat,

in

qua

dixif

Tu:

hijo

vi

ve,

y

c;;,reyó

~1

y

to~d

Sil

ei

Jesus: Fitiu.r

tutu

vivit,

~/'

casa,

credidiJ ipu, et domus ejus tota.

•'

. MEDIT ACIQN.

De la

proii.Pa

obediencia

á

l~

'f!O.Z

de~

Ljias!

"",,

' ,.

~~

..

>

P U N T O P R 1 M E R O.

Considera

cuánrG

1

importa ser fieÍes

á·J~ gr~cia: .d~

esta

fidelidad depende }a curacion

d!e1'

·alma

y.

la sal vaoi&ou.

Hay días afortunados, hay rnomea

1

tos fd.ices ·' en

i qu~

la

gracia se hace sentir , en que la voz de ·Dios :se mace

oir: ¡qué desgracia hacerse entonces el sordo, estar de

humor, ser incrédulos! Si aquel Padre de que habla el .

evangelio no hubiera desde :luego ci:eido lo que . le . decia

el Salvador, si no hubiera sido dócil

á

su voz , quizá su

hijo nunca hubie,ra

sa~ado.

l;ie aquí ,..

s.e~or

, que nos–

otros lo hemos dexatlo todo ,'decia san Péd'ro

á

Jesucristo

en nombre de todos los apósr.oles; como si dixera:

á:·

lf!.

primera pálabra tuya, al instame que, ·nos. •.has llamado,

a penas lució sobre nosotros el primer rayo de tu gracia,

lo

l'lemos dexa·do todo; quien dice

~odo,

nada exceptúa:

barca, redes, padres, amigosr, todo cuanto ' amábamos

y

estimábamos en el mundp. 'Esca' ge·nerosa fitlelidad, esta

prontitud

~ana

el corazon de Dios.

Qui.en

duda

·en

mate·

ria de fe, nada cree: quieQ. delibeira un punto de corri.

version, no se conviene: quien se desapropia de cuanto

posee

y

se lo sacrifica

á

Dios,

le' «~firece

un

holocalls~o

de un olor sumamente agradable al

Seño~; ~¡

Ay

de

aquel

que no obedece prontamente

á.Ja

v·oz del •Señor! ¡ay' de

aquel

que parte su corazon entre Dios

y

las cri0turas!

Dios llama,

y

deliberamos y consultamos nuesrra incl i–

nacion, nuestras pasiones; la carne y la sangre, el amor

propio para .saber de éllos , digámoslo así , 'si hemos

de acepcar el

partido

que

Dios

nos ofrece,

si.J'lemos

4~

1o~~

X