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276 DOMINGO DIEZ Y OCHO
que le sacrificas aquella gala, aquel adorno; y que con es–
to pretendes probar lo que le amas: mañana te será. fácil
darle alguna otra prueba de lo mistr)o..
2 Las persouas que hacen profesion de devotas, no de- •
ben echar en olvido esta práctica. Si las víctima que
tienen que inmolar no son de tan gran valor , no por
de menor mérito, y muchas veces cuesta mas
el sacrificarlas. No es un concurso mundano, no es
p sion al juego, no un resentimiento, no una gala lo que
tienes que sacrificará Dios; pero puedes sacrificarle la afi–
eion á un dix.e poco conveniente, ó á lo menos supérfiuo:
una pequeña indiferencia· ó frialdad, que suele ser efecto
de una ~ecreta envidia: puedes sacrificarle una leve inmor–
tifi cclcion, una falta de crianza, una im.poUtica de natu–
ral, una desig11 aldad de humor, un defecto de mansedum–
bre, una- delicadeza dema. iado grande. Determina hoy
·mismo qué víctima de éstas quieres degollar; sea este
'pequeño sacrificio la prueba que ·1e des hoy á Dios de tu
amor y de tu zelo. Un e. pejo, un ad0rno del gabinete
ú de la cama, ciertos muebles demasido exquisit0s cau–
sarán mucha pena á la hora dé la muerte á uoas. personas
relig·iosas, las que á poca co-sta hubieran podid.o adquirir
1:rn gran mérito para con Dios privánd.ose de. éllos du–
rante su vida..
. DOMINGO DIEZ Y OCHO
DESPUES DE PENTE"COSTES.
.Este domingo naáa·tfene d·e particular. Llámaseeldomin·
go del paralítico con la cama á cuestas, porque el evange–
lio que e lee en la misa del di-a cuenta la historia de la
cm:acion del paralítico:, á quien el Salvador mandó se lle–
vara su lecho en prueba del milagro. Este evangelio en–
d rra una de lac; pruebas mas claras y mas fuertes de la
divinidad <le Jesucri to: todo es milagro o en él, todo es
instructivo: uo ha y circunstancia que no sea una leccion. La
epístola,. al paso q_ue cuenta los favores singulares y porten·