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DESPUES DE PENTECOSTES.

!iII

mo unos torrentes que salen de madre. Sobre esto os di!.

go, como ya os dixe en otro tiempo, añade el Apóstol,

que los que hacen estas cosas, no poseerán el reyno de

Dios:

.Qui talia agunt, regnum Dei non co11sequentur.

Fór..

mese uno el sistema que quiera, Dios no consulta sino el

-suyo propio : los deseos de la carne nunca están sin al–

gun motivo plausible; pero jamás dexará de acompañar–

les el falso zelo, la envidia, el enojo , el resentimiento.

Ningu

no d

exará de imaginarse que hace un gran servi–

cio

á

Di.os

, decía el Salvador, al mismo tiempo que

os

estará

n sac

rificando á alguna de sus pasiones.

Si estamos animados del Espíritu santo, caminemos

tambien segun el espíritu. Los frutos del espíritu, con–

tinúa el Apóstol, son tan opuestos á las obras de la car–

ne, que no es posible no distinguir á los únos de los ótros.

El fruto

del

espíritu

y

de la gracia es la carida.d, el go–

zo, la paz, la paciencia, la mansedumbre, la bondad, la

longanimidad, la afabilidad, la moderacion, la continen–

cia, la cast_idad. Cuando uno está animado del espíritu de

Dios, tiene caridad sin límites

y

sin medida: se compa–

dece de las flaquezas del próximo , todo lo disculpa en

los ótros , al paso que nada se perdona

á

sí mismo : se

interesa

y

siente como los suyos propios todos los males

agenos. El justo v.ive de la fe; pero de una fe humilde,

sencilla

y

activa. El gozo

y

la paz interior, frutos ordi–

narios de la buena conciencia, no se encuentran sino en

un corazon . puro. Una mansedumbre inalterable, superior

á

todos los acontecimientos de la vida,

un

fondo de bon–

dad inagotable, una paciencia

á

toda prueba, una pure–

za de corazon

y

de

cuerpo sin mácula, caracterizan

á

todas las gentes de bien.

Adversus hujusmodi

r:on

est lex:

Contra los que tienen estas calidades, dice el Apóstol, no

hay ley. Quiere decir, que la ley antigua no es para los

que viven segun las máxímas del evangelio.

No

habien–

do sido dada la antigua ley sino por motivo de las pre–

varicaciones,

y

no habiéndose estableddo sino contra los

que no guardan los . mandamientos de

Di

s, viene

á

ser

inútil para los que cumplen con fidelidad con

tc~os

los

debe·

res

de

la

justicia,

y

caminan sin cesar por las sendas

de la

santidad.

Qui

autem

sunt Christi, carnem suam crucifixcrunt

CuttJ

vitiis, et concu

pi

scentiis:

en

cuanto

á

los que per-

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