DOMINGO DÉCIMO
espíritu
y
este corazon: cuando al favor de las luces so–
brenaturales se ve lo que es
y
lo que puede ser: cuan–
do se ve aquel monton de defectos , aquel fondo de
enfermedades, aquella propension natural al mal , aque–
lla flaqueza para el bien , aquella indigencia que es pre–
ciso que cada uno ad vierta en sí mismo;
i
puede no me–
nospreciar e?
i
puede sin avergonzarse permitir que se le
alabe?
i
No es una flaqueza
y
poquedad de espíricu, no es
una especie de locura gustar que se nos tenga por lo que
no somos,
y
enfadarnos porque nos conozcan
y
nos ten–
gan por lo que somos? Este es no obstante el carácter
de la soberbia. La humildad gusta que se nos tenga por
lo
que no somos;
i
qué cosa mas conforme á la razon
y
al
buen juicio ? Queremos ser estimados ,
y
con este vano
deseo probamos lo poco dignos que somos de que nos es–
timen: ¡Qué injusticia mas visible que exigir del público
un tributo que no se nos debe!
Quid habes quod non accepisti
(
1.
Cor.
4.
p
dice el
Apóstol:
i
Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo
has recibido,
i
por qué te glorías , como si no lo hubieras
recibido?
i
Es menester dar tormento á nuestro espíritu
para encontrar en nosotros de que humillarnos? Errores
en el entendimiento, pasiones en la voluntad, enfermeda–
des en el cuerpo , inconstancia en la imaginacion : todo
es pobreza, todo es humillacion en el hombre; hasta sus
mas brillantes cualidades aparecen mezcladas de negras
sombras. No es necesario baxar
á
los sepulcros para con–
vencerse de que así el monarca , como el mas desprecia–
ble de sus súbditos, no es sino polvo
y
podre:
Quid
s11-
perbis terra et cinis?
(
Ecclesiat.
10.)
i
Por qué se ensorber–
bece, por qué se engríe la tierra
y
la ceniza? Ciertamente
que nada debe humillarnos tanto como nuestro propio
orgullo;
y
en medio de todos estos motivos de humildad\
i
todavía me cuesta trabajo el ser humilde
y
el humillar–
me,
y
mas teniendo delante de los ojos
á
un Dios .humi–
llado para curar mi orgullo
1
PUNTO SEGUNDO.
Considera que
á
mas de los motivos que tenemos para ·
humillarnos, las_ventajas que son
insep~rables
de esta im...