![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0012.jpg)
4
.
DOMINGO TERCERO
y
ensalzados al tiempo de la visita, es decir , en el día
decisivo de nuestra sueFte eterna, en aquel dia , en que
por mas virtud que hayamos podido tener, todavía nos
hallarémos cargados de deudas. Sola la humildad puede
aplacar á nuestro soberano juez; élla es quien le desarma.
Un corazon generoso, un corazon noble facilmente per–
dona
á
un delincuente que ve
á
sus pies.
Omnem solicitudinem vestram projicientes in eum.
Te–
neis un Dios , que es tambien vuestro padre; ponéos en
sus manos,
y
descargáos de todo lo que os puede in–
quieta r. Dios tuvo cuidado de vosotros antes que existié–
seis , dice
s~q
Agustin :
i
cómo , pues , podrá olvidaros
despues que os ha
criado~
Dominus qui habuit curam tuam
antequam esses
;
quomodo non habebit curam, cum jam hoc
es , quod voluit ut esses?
Procurad servirá Dios con
fi–
delidad ,
y
no os inquieteis por lo que ha de venir.
¡Cuántas inquietudes nos ahorraríamos, cuántos temores
y
disgustos, si tuviéramos una verdadera confiaoza en
Dios , si contáramos seguramente tobre su pro·videncia
!
Quiere Dios que busquemos lo necesario para nuestro
sustento , no condena una prudente providencia. Las vír–
genes necias fu eron expelidas por no haber tenido cuidado
de- hacer con tiempo provision de aceyte. Es menester
obrar , dice un gran santo , como si el suceso dependiera
solamente de nuestra industria; y al mi mo tiempo es me–
nester contar sobre la providencia divina , como si de
nada sirviesen nuestros cuidados y nuestra industria. Sir–
vames
á
Dios con fervor, no nos inquietemos por na–
da de cuanto puede su cedemos; porque el Señor tiene
cuidado de nosotros:
.Quoniam ipsi cura est. de vobis.
Todo lo ve Dios, así lo futuro como lo presente;
Dios
es
todopoderoso,
y
nos ama; teniendo, pues, cuidado, de
nosotros , como sabemos que le tiene, no tenemos que te–
mer otra cosa sino nuestra desconfianza; ésta es la que
detiene por lo cornun el curso de los beneficios
y
gracias
de Dios sobre nosotros.
Sobrii estote et vigilate
:
Sed sobrios , mode tos
y
templados; pero aunque tengais todas esta's virtudes, no
dexeis de estar velando á toda hora. No conteis ni so–
bre vuestra devocion, ni sobre la seguridad del estado que
habeis abrazado, ni sobre los socorros que teneis, ni so-