Table of Contents Table of Contents
Previous Page  306 / 356 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 306 / 356 Next Page
Page Background

JUEVES CUARTO

At

ille

vocavit

Giezi,

et dixit:

ojos. ·Elíseo, ·pues, llam6

á

Giezi,

Voca Sunamitem hanc.

Quic

vo-

y le dixo: Llama á esta Sunami–

cata,

ingres.ra

est acl eum, qui

tis.

Y

h abiéndola llamado, se pre–

ait :•To/te filium tuum. Venit il-

sentó

á

él, el cual

la

dixo: Toma

l:J,

et corruit ad p ede.r eju.r,, et

tu hijo. Fué élla ,

y

se arrojó

á

adoravit super terram: tulti.tque

sus pies, é inclinándose basta la

filium suam, et

egre.r.ra e.rt.

Et

tierra, l'e adoró,

y

tomó su hijo,

y

Eliseus rever

sus

est

fo

Galgala.

se salió.

Y

Eliseo

se

volvió

á

Gál-

gala.

NOTA.

"Eliseo, célebre profeta, era hijo de Safaz, de la cin–

'' dad

éle

Abel: era discípulo y compañero inseparable de

,,Elí'as, quien habiéndolo encontrado arando,

le

echó su

,, manto sobre los hombros, y al

mi~mo

instante profe–

" tizó Elíseo. Cuando E lías desapareció, le dexó el do–

" ble espíritu profético gue había recibido de Dios. Fue

"esto hácia¡el año 895 antes de Jesucr!sto.

REFLEXIONES.

.D

éxala, porque su alma está penet rada de amargura.

Las

aflicciones mudas son siempre las mas amargas: un do–

lor que sale afuera, y sabe quejarse, halla su alivio en

las lágrimas y en los ayes. Se padece sin alivio cuan–

do se padece en silencio, 6 cuando se disimula el dolor.

Entonces se sienten todas las punzadas de un espíritu afli–

gido, y de un corazon exasperado. ¡Qué tormento cuan–

.do le es preciso

á

uno devorar todas estas congojas siu que

la compasion las suavice! La parte que los parientes

ó

amigos toman en nuestras adversidades, las divide

y

ha–

ce menores; pero cuando estas congojas se disimulan, to–

da

la amargura se

reconcentra~

el espíritu queda oprimi–

do,

y

el corazon nada en

la

amargura, si por dicha no

e anega

y

ahoga. ¡Buen Dios , qué estado mas infeliz!

í

qué tormento mas duro! Tal es el triste estado de los

mundanos. Pocos gozos hay en el mundo que no sean ar–

t ificiales, ninguno que no sea amargo, y que no sea se–

guido de pesares

y

de crueles arrepentimientos:

Extrema

gaudii

luctus occUrpat.

Siempre sucede al gozo el dolor.

E l gozo es

~n

contentamiento, un movimiento del alma,

causado

por

un

placer real

y

puro ,

ó por la

posesion

de