Table of Contents Table of Contents
Previous Page  310 / 356 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 310 / 356 Next Page
Page Background

300

j\JEVES CUARTO'

pararse , aunque la cosa sea de tan poca consecuencia.

i

Y

qué tiempo, buen Dios, empleamos durante la vida, en

prepararnos para la muerte, siendo así que esta prepa-

racion

pedia todo el tiempo de la

vida~

·

P U N T

b

S E G

U

N D O.

Considera que no podemos prepararnos demasia.do pa–

ra hacer bien lo que no se puede hacer mas de una vez,

cuando de esta sola vez depende nuestro destino eterno.

Si

no fuese tan difícil tener una buena muerte des–

pues de habernos dispuesto tan poco para morir bien, los

santos habrian hecho mal en haber hecho tantos gastos,

y

en haber empleado toda su vida en esta preparacion.

¿A

qué fin tanto ayunar, tanto orar, derramar tantas lá–

grimas ?

i

á

qué fin cortar todo comercio con el mundo

por tener la ventaja de lograr una santa muerte, cuando

sin todas estas precauciones, y sin ningun preparativo

se

puede morir tan santamente?

Esa persona jóven, que en lo mas florido de su edad

renuncia todo lo que mas lisonjea, y va

á

sepultarse en

el claustro, ¿qué pretende sino disponerse para tener una

santa muerte?

i

Nos atreveríamos á no alabar, á ·no ad–

mirar su cordura

y

su resolucion? ¿Y

qu€,

mientras nues–

tros hermanos, nuestras hermanas, nuestros amigos pa–

san sus dias en el retiro,

y

en los rigores de la

peni~en­

cia para disponerse á tener una santa muerte, para alcan–

zar la gracia de la perseverancia final , nosotros en me–

dio del tumulto del mundo y de los placeres, nosotros

en un olvido eterno de esta muerte, en una ignorancia

crasa de la preparacjon para la muerte, aguardamos

y

esperamos tranquilamente una muerte cristiana, espera–

mos estar dispuestos

á

la hora de la muerte,

y

morir

bien?

·

¿Por ventura hay cosa

á

que el Hijo

d~

Dios, que pre–

veía nuestra negligencia, nos haya exhortado tanto como

á

esta preparacion

~

Velad,

no~

dice (

lltfatth.

25. ),

porque no sabeis

á

qué

hora ha de venir vuestro Señor. Estad apárejados, dice

eri

otra parte, velad

á

toda pora, porque á la hora que

menos penseis vendrá el Hijo del hombre. Y lq que .os digo