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LUNES SEGUNDO
DE CUARESMA.
La misa de este dia empieza por estas palabras del sal·
mo
25.
Redimé me, Domine, et miserere mei: pes enirn
meus stetit in via recta; in ecclesiis benedicam te, Domi–
ne:
Libradme, Señor, de mis enemigos,
y
compadecéos
de mí; porque siempre he seguido el camino de vuestros
mandamientos,
y
espero alabar sin cesar vuestras miseri–
cordias en las congregaciones de los justos. David perse–
guido por Saul se babia refugiado entre los filisteos,
ó
en–
tre los moabitas. Sus enemigos se aprovecharon de este re–
tiro para publicar mil calumnias contra él. Decían
á
gri–
tos que era tebelde
á
su
tey,
é
infiel
á
su Dios: que ha–
biéndose retirado entre los infieles, participaba de sus su–
persticiones, de sus impiedades
y
de sus idolatrías: que
debía ser proscr_ito
p~ra
iempre_. David? herido vi'vamen–
te de una tan mdeb1da calumnia, no tiene otro recurso
que
a
Dios, le toma por testigo de su inocencia ,
y
le
pide justicia contra sus.enemigos. Las gentes de bien pue–
den aplicarse este salmo
1
cuando se
ven
perseguidas de los
malos;
y
serv!rse de él como de una santa oracion muy
á
propósito para conseguir la paciencia,
y
nuevoaliento
en las adversidades.
·
La epístola de la misa de este dia contiene una parte
de la fervorosa oracion •que hizo á Dios el
profi
ta
Da–
niel, antes que el atcá.frgel san Gabriel le descubl'iese el
tiempo preciso de la venlda del Mesías,
y
de
la
total rui–
na de Jerusalen dentro del termino de las _setenta semanas
de años. Este Profeta, compadecido de las desdichas de
su
nacion, se sirve de todos los motivos que juzga á pro–
pósito para aplacar el enojo de Dios,
y
hacer que tenga
fin la larga cautividad en que gemía su pobre pueblo se–
tenta años había. No es menester mas qia-e leer esta epís–
tola para ver un perfecto modelo de la oracion mas vi–
va , mas enérgica,
mas
tlerna
y
mas patética que se pue–
de hacer
á
Dios en una calamidad pública,
y ·
en el tiem -