Table of Contents Table of Contents
Previous Page  28 / 356 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 28 / 356 Next Page
Page Background

18

LUNES SEGUNDO

rusalem , et fopulus tuus in op–

prohrium sunt omnibus per cir–

cuitum no1trum. Nunc ergo, ex–

audi,Deus noster, orationem ser–

vi tui, et preces ejus: et ostende

f 11ciem tuam super sanctuarium

t uum, quod deser t um est propter

temetipsum. Inclina, Deus meus,

aurem tuam

,

et audi: aperi ocu–

Jos tuos, et vide desolationem nos–

t r.7-m , et civitatem, super quam

invocatum est nomen tuum: neque

cnim in justificationibus nostrir

prosternimus preces ante faciem

tuam, sed in miserationibus

t

uir

multis

:

Exaudi, Domine, placa–

re,

Domine: attende, et fac: ne

morerispropter temetipsum, Deus

meus: quia nomen tuum invoca–

tum est super civitatem,

et

super

populum tuum

,

Domine D.eus

nost er.

el oprobio de cuantos habitan al

rededor de nosotros. Ahora, pues,

Dios nuestro, oye la oracion de

tu siervo , y sus súplicas , y mues–

tra por tu misma gloria

tu

ros–

tro

sobre tu santuario, que se ha–

lla desierto. Inclina , Dios mio,

tus oidos,

y

oye: abre tus ojos,

y

mira nuestra desolacion, y la

ciudad , sobre

la cual tu nom–

bre ha sido invocado : porque no

derramamos en presencia tuya es–

tas súplicas, confiados en nues–

tra justicia , sino en tus multipli–

cadas misericordias. Oye,

ó

Se–

ñor, aplácate, ó Señor: atiende,

y obra : no

te detengas , Dios

mio, por a mor de

ti

rn

ismo, por–

que tu nombre ha sido i.nvocado

sobre la ciudad y sobre tu pue–

blo.

NOTA.

"Como Daniel tenia en su cautividad las santas Es–

"crituras,

y

en particular las profecías, leyó en éstas una

"prediccion, que anunciaba que todo el pais de Judá se–

" ría asolado, y que sus pueblos estarian sujetos setenta

"años al rey de Babilonia. Temia que los pecados del pue–

" blo obligasen á Dios á prolongar mas de este término

"esta dura cautividad; y esto es lo que

<lió

motivo,

y

"es el asunto de sus oraciones y sí1plicas.

RE F L E XI O N E S.

Por nuestros

pecados, y por las

iniquidades de nues–

tros padres.

El Profeta reconoce y confiesa ingénua–

mente, que todos los males que afligen

á

su pueblo

son efecto de sus pecados: esta misma causa atrae hoy

sobre nosotros los azotes que nos hacen gemir.

i

Por–

qué , pues, no tenemos los mismos

sentimientos~

i

por –

qué no hacemos la misma confesion

~

iPOr

qué no esta-