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DE CUARESMA.
PROPOSITOS.
r Concibe el dia de hoy de
q.uépr€cio es la grada:
se puede deciF; que la menor n
o tiene precio: es tímala
como se debe; pídela todos los dias
al
Señor con fer vor,
recíbe la con agradecimiento,
y
nada temas tanto como
no ser fiel á las que recibes. Aunque las santas inspiracio–
nes sean siempre muy saludables, nunca• hagas cosas ex–
traordinarias, aunque te parezcan perfectas, sin consejo
de tu direc'tor; pídele
á
Dios todos los .días esta sábia de–
pendencia. Ninguna cosa es mas opuesta
á
nuestra per–
feccion y á la verdadera piedad, que el propio dictámen,
el cual
es
tan susceptible de ilusion.
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Aunque nuestras ihfidelidades nos priven de muchas
gracias, por mas infieles que seamos
á
la gracia , siem–
pre tenemos la de orar y pedirá Dios nuevas gracias
que nos indemnicen
eñ
parte de la,s que hemos despre–
ciado por nue tra culpa. Haz todos los días la depreca–
cion siguiente:
Tua nos, qucesumus, Domine," gratia sem–
per, et prceveniat, et sequatur: ac bonis operibus
ju–
giter prcestet essé: intentos: Per Don:inum nostrum...
Haz
Señor, que
tu
gracia nos prevenga siempre y nos acom–
pañe, y que nos haga pasar nue tros días en el exercicio
contínuo de las buenas obras: Por nuestro Señor-•. Pocas
gentes piensan en pedir á Dios perdon de haber resistido
tantas veces
á
la gracia, y de la pérdida irreparable que
han tenido en -esto. Duélete de éllo, y ten un
vivo
pesar
y
una contricion perfecta,
y
pide
á
Dios que te perdone
tantas infidelidades
y
tantas omisiones.
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SÁBADO
TERCERO DE
CUARESMA.
E
' te dia se llama el sábado de la muger adúltera; por–
que el ev ng lio contiene u
hi
toria,
y
la epí tola cuen–
ta la de la ca ta Susana, acusada de adulterio por dos