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a~abas

de poaer el colmo á tus delitos: juez inicuo; que

hasta aqul has oprimido

á

tantos inoce:-;tes,

y

que· co–

rrompido

c.on

el oro has declarado inocente al culpable;

si es verdad que babeis sorprendid0 á esta .muger. en

c1,tlpa, djme: ¿ baxo qµé árbol la

:. h"1-bei_~

e_n<;9nti::1*qo -con

su ;galan? Baxo un lentisco, respqndi<:) el -V¡iej©. Con gran.–

ddvergüenza has mentido, replkó Daniel_; pero

tu

des–

caro va

á

caer sobre

tu

cabeza. Habiendo hecho retirar

á

éste, manda que le traigan el ótro. Luego que éste se

pr~sentó,

le dixo Daniel lleno

d~

indigna<;ion: Raza 9-e

Canaan.

y

np de Judá, la hermpsura

de

esta muger te hél

~eslurnbrado,

y

tu prutal pqsion te ha pervertido el cq :.,

razon,

y

te ha hecho olvidar

qu~

eras juez. No es

e~te·

tu primer delito; pero será el postrero.

Ni

ni tu com–

pañero

h~beis

hallado en esta verdadera hija de

J

udá la

misma· facilidad q!Je encontrá,bais en las. h ijas de

~?rael,

que de miedo se dexabqn pervertir poi; v9sotros; y pues

aseguras tan confiadafl}ente que la has, encon_trado conrun

, j0ven, dinos: ¿-baxo qué árbol los has so"rprehdido?

.Ba–

xo una coscoja, respondió éste. Mentiroso, replicó Daniel,

embustero:

¿cómo

tienes valor para calumniar así á una

¡noce~te?

pero po tardarás mucho ery

paga~

la

p~na 4~

tl,.l

m~ntira.

VJendo

1

todo el puebl_o

á

los.

~o~

viejos tan

cl~rament~

,confundidos por su contradiccion, levantó

el

grito bendiciendo mil veces al Señor por

hab~rse

servi–

do de un niño para confundir

14

iniquidad de

~os

dos vie–

jos,

y

hacer triunfar)a ici9cencia q.e Susana. No hubo ne–

cesidad de otras formalidades:

Jo&

do~ ~iejos

_malvados

fueron llevados al

1

mismo

instante

al suplicio,

y

apedrea–

dos segu9 la ley de Moyses '· 9ue mandaba que los, ca–

lumniappr-es

y

tt;~_tigos

,falsos fuesen condenados á la-mis·

ma

pei;i~ q.u.~

merecía

~l ·

delito de

q~e

acusaban falsa–

mente á los

o~ros. ~elc1as

y

su muger, padres de Susa–

na,

co~

J

oaquin. su marido

sus parientes, Íu<;!·ron

~ q~ r

grac.i~s t~

pio,s'

~orque

en- fin'

había

h~ch<;> npatep_t~ .

a.1

Il}uqdo

J,a

~~ocenc l:'}

__

~e Susa~a,.

, ,,

1.;t)

..

'.~

1

Susana

y

el patparca Jose son

~os

dos . mas insignes

exemplos

d~

la

castid~d

del uno Y. el otro

se~/> ~

de

q

4

~

hac~ w~c1on 1~

Escnn1ra-del

anug~p Testatjl~nto.! ~µs~

na es a9 n;i,a& el

rpod~lo

de

1aJ

(e· co.nyugal que

la~

c a:ssi

11

qas

del;>€n á sus. maridos. Esto es sin duda lo ·que la Igle-

Torh. l I.

·

~

· · · · -

O

· · '

· ··