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24
LUNES SEGUNDO
te no
está
.muy
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dist~n~e:
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Q'~fé·~'r ti~~ :já~égl!fa ~~e ~· n~
llegárá?
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//ivens vivens ipse coii'jitehitur tibi' sicut et
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hodte.
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lsfii. 38. .
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Señor,
no
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lps que_n!meren .
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pecad9 los que canta:
rán vuestras
a<labanz~s"';)os
·"'que
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afaq.ará~ ~
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serán ·
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que todavía _vive.h, Y ..
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yo
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l!li~gio co,~
mien.zan
á
glorificaros.
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PRO PQS [_TO S.
i
Quier.es·e\'.,itar la
desgra~ia·
de lá irríp·eQiJen_éfa
~na1~
h
azpen1teñc1a durante' Ja· vida,
y
no aguardes>
á.
hacerl&
á la hora de la muerte.
i
Por ventura es tiempo de conver–
tirse,
ú
de reformarse cuando se va á dexar de vivir?
i
es tiempo de empezar _á ser ho!Jlbre de , bie!l
~µando
se empieza á no ser ya hombre? Fjnalmente' ,
i
es tiempo
de hacer penitencia cuando se
va~ rdorir?~_ i'es
Dios en–
tonces el ob"eto
y
el m_qtivo de
aquello~
terrores' de aque–
llos pesares, de aquellas l'ágrimas, que el puro temor de
los cercanos suplicios, y la espantosa vista del peligro
arrancan de los corazones mas endurecidos
y
menos peni–
tentes? ¡Qué desgracia será la tuya,
y
qué señal mas cla–
ra de reprobacion, si des pues de haber· leido todo esto,
difieres para la hora de la muerte tu conversion
y
tu pe–
nitencia! Judas conocia su delito
á
la hora de la muerte.
Antíoco lloraba, prometía, no hallaba consuelo en aque–
lla hora,
y
ambos á dos murieron impenitentes. O tie -
nes necesidad de convertirte,
ó
de reformarte. No te con–
tentes con concluir qye es preciso convertirte
ó
refor–
marte. No · sería la primera vez que lo ,
ha~
hecho: con–
clusiones ineficaces
é
ilusorias; en punto de conversion
y
de reforma la práctica debe ser la conclusion: empieza
por postrarte á los. pies de tu crucifixo;
y
allí acordán–
dote de tus desordenes
ú
de tu relaxacion, ten arrepenti–
miento vivo
y
doloroso de tus infidelidades pasadas,
y
di-
le
á
Dios en la amargura de tu corazon:
.
Señor, que no qucreis la muerte del pecador, sino que
se convierta
y
que viva (
Ezech.
3.), haced que este dia sea
el de mi perfecta conversion, el de la reforma de mis cos–
tumbres ,
y
el de mi penitencia; empiezo con vuestra gra-