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DE CUARESMA.

7

La oracion de la mira de erte dh1

e1

la siguiente.

V eu

r, qtii conrpicif

omni

nor

virtutrt dutitui: interiu.r exte–

riu.rque cu.rtodi: ut aú omnibus

adveY-sitatibu.r muniamur incor–

pore' et

a

pravis cogitationi–

bu.r mundemur

in

mente: Per

·Dominum...

O

Dios, que veis que. no tenemos

de nuestra parte fuerza alguna: guar–

dadnos interior

y

extedormente,

pa.·

ra que seamos preservados de todas

las adversidades del cuerpo,

y

de

los malos pensamientos del alma:

Por nuestro Señor...

•Laeplrtola

et

la primera

de tan

Pablo

á

/01

tualonicenrer,

cap.

4.

Fratres: Rogamu1

'VOi

et

ob–

secramus

in

Domino

Je.ru

, ut,

IJUemadmodum accep

istis d

no–

bis quomodo

op~rteat

no.r ambu–

lare, et piacere Deo, sic et am–

buletis, ut abundetismagis. Sci–

tis enim

qwe

prcecepta dederim

vobi.rper DominumJesum. Hcec

est enim voluntar Dei, ranctifi–

catio v e.rtra: ut ab.rtineatis vos

d

fornicatione,

ttt

1ciat unu.r–

quisque vestrum var suum po.r–

sidere in

sanctificatione et hono–

re: non in passione desiderii,

sicut et gente1, qute ignorant

Deum: et ne quis supergredia–

tur

,

neque circumveniat in ne–

got io fratrem suum: quoniam

vindex est Dominus de his om–

nibur, sicut prcediximur vobfr,

et tertificati sumus. Non enim

vocavit nos Deu1 in immundi–

t

iam, sed in sanctificationem: in

Christo Jesu Domino nos1ro.

Hermanos: Os rogamos

y

supli–

camos en el Señor Jesus, que cami–

neis de la -manera que habeis a–

prendido de nosotros, que debeis

caminar

y

agradar

á

Dios para que

seais mas ricos; porque sabeis qué

preceptos os he dado de órden del

Señor Jesus. Pues la voluntad de

Dios es ésta: vuestra santificacion:

que os abstengais de la fornicacion:

que sepa cada uno de vosotros po•

seer su cuerpo con santificacion y

honor, no saciando la concupis–

·cencia como las gentes que ignoran

á

Dios:

y

que ninguno oprima, ni

ponga asechanzas á su hermano a–

cerca de sus intereses; porque el Se–

ñor es vengador de todas estas co–

sas, como ya os be dicho

y

testifi~

cado. Porque Dios no nos llamó

á

la

inmundicia, sino á la san

ti

ficacion:

en Cristo

J

esus nuestro Señor.

NOTA.

"En este capítulo 4 de su carta

á

los tesalonicenses con·

' ' tin{1a san

Pablo

en

darles preceptos

de..

moral,

y

en

ex–

'' hortarlos

á

vivir santamente,

como habian

empezado

á

A4