![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0022.jpg)
r2
DOMINGO SEGUNDO
comodidades de lo que
propone~
iQu ién los defenderá de
los rigores de las e ·rac iorres en aquella
roca~
i
quién los
mantendrá en aquella espantosa
soledad~
i
Pero qué hay
que temer cuando se está con Jesucr isto'? ¿Qué bien puede
faltar cuando se está con la fuente de todos los
bienes~
Con
Jesucristo somos perfectamente dichosos en el monte, en el
llano, en el desierto: sin él somos sumamente infelices, aun–
que estemos en los palacios de los grandes, y sobre el mis–
mo trono. Pero en su compañía no se habla sino de cru–
ces, no se codicia otra cosa que las humillaciones, solo
se trata de adversidades, de mortificaciones, se huye del
mundo, se miran con horror sus máximas: esto mismo
prueba, que la felicidad que se goza es sólida
y
pura.
Porque i quién puede causar un gozo tan inalterable, unas
suavidades tan puras, un contentamiento tan perfecto en
un estado tan solitario, entre todo lo que es tan contra–
rio á los sentidos,
y
tan violento
á
la
naturaleza~
Es pre–
ciso que el gozo sea sumamente sólido; es preciso que la
felicidad sea bien real, cuando es tan sensible
y
tan per–
manente en el retiro.
i
Se encuentra en el gran mundo
igual tranquilidad? La felicidad
es
un fruto extraño,
di–
gámo lo mejor: es un fruto desconocido
á
las gentes del
mundo. Solo en el servicio de Dios,
y
en el seguimien–
to de Jesucristo se ve nacer
y
se gusta despacio.
Haced, Señor, por vuestra graci a , que yo experimen–
te incesantemente las dulzuras de este fruto: quiero es–
tar inseparablemente con vos todo el resto de mi vida : co.
nazco por el misterio de vuescra gloriosa transfiguraci on
que es preciso estar lejos del mundo, que es preciso abra–
zar
la
mor tificacion, que es preci so vivir
en
recogimien–
to
y
en retiro para tener parte en vuestra gloria: por es-
te
motivo tomo desde hoy este partido.
·
JACULATORIAS PARA ENTRE EL DIA.
Mihi autem adhcerere Deo bonum est.
Salm.
72.
Dios mio , toda mi felicidad consiste
ea
estar unido con
vos.
Q uia ecce , qui elongant se
a
te , perihunt.
Salm.
7?..
No hay mayor desdicha qu e estar uno desapartado de
Dios.