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DE CUARESMA.

r

59

cion , que llamaban la ley .de boca , pbrque no les babia

sido dada por escrito , y era un montan

de

su persticio–

nes que 1os fariseos haciau ostentacion de observar , las

cuales consistian en las glosas

ó

interpretaciones que los

doctor~s

daban al texto de la ey es·érita, que er-an pu–

ras

inv~nciones

de su espíritu

1

<y

de la corrupcion de -su

corazon. Dios dix'o, que se debia honrar y asistir al pa–

dre

y

•á

la madre: la glosa

ó

interpretacion decia :

Ofre~.

ce

Dios lo que tu padre necesitado podia esperar de

ti,

y

estarás dispensado de. asistirle. Entretanto los fari–

seos interesados

y

avaros se aplicaban

á

sí mismos estas

ofrendas hechas á Dios. Así ·entienden los santos padres

este pasage del

~vangelio.

El Hijo de Dios·, queriendo ha–

cer patente 'la hipocresía y (malignid'ad de una -censura

tan mal fundada en unas gentes que violaban sin escrú–

pulo las mas santas leyes, les respondió:

i

Y por qué vos–

otros quebrantais los manda,mientos de Dios por una tra–

dicion tan mal concebida

~

A

e~te

modo no faltan gentes

que observan escrupulosamente ciertas práctü;:as exterio–

res de religion ,'.d€scuidando de las obligaciones mas esen-

·ciales

y

mas indispensables. La ley dice expresamente:

Honra á' tu padre y á tu

madre~

esto es,. asístele_'\ en sus

necesidades con tus bienes; y añade: El" que ultrajare

á

su padre

ó á

su madre, sea casti gado con -pena de muer–

te. Vosqtros al contrario, cuando vuestro padre

vues–

tra madre vienen

á

pediros socorro en sus necesidades,

os contentais con decirles: He consagrado al Señor todos

mis bienes,

Y?

no son mios: lo que yo puedo hacer, es

admitiros

á

la p articipacion del mérito d e mi ofrenda: lo

que y o he consagrado y ofrecido os aprovechará igual–

mente que

á

mí:

munus quodcumque est ex me, tibi pro–

derit;

y por este desprendimiento especioso,

introduci.do

por una cruel avaricia,

y

autorizado con una rec iente tra–

dicion, lo dexais morir ] de hambre

y

de pur a mi seria.

Los fariseos por un espíri tu de int r es persuad ian

á

los

hijos á que

cG>n~agraran

á

Dios

y

al ser vicio del templo

lo que estaban obligados á 'emplea r en la manutencimi

de sus padres, pretendiendo que desp11es de este don y

de este pretendido sac rificio de su bienes, de que éllos

con este motivo se arrogaban el uso , estaban ·di pensa–

dos de una obligacion tan esencial, y que á Dios tocaba