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DE CUARESMA.

y

hace que las mugeres

y

el vulgo sean inconvertibles

cuando han tenido la desgracia de dexarse pervertir

y

engañar del error.

El evangelio es de 1an Luca1, cap.

r r.

In illo tcmpore: Erat Juu.r eji–

ciens dcemonium, et itlud erat mt'–

tum. Et cum ejeciuet dcemonium,

locutus

e.rt

mutu.r

,

et admiratce

sunt turbce. Quidam autem ex ei.r

dixerunt

:

In Beelzebub

,

princi–

pe dcemoniorum ejicit daJmonia. Et

alii tentantes

,

signum de ere/o

qucerebant ab eo. lpse autem, ut

vidit cogitatione.r eorum

,

dixit

eis

:

Omne regnum

in seip.rum

divi.rum deiolabitur, et domus su–

pra domum cadet. Si autem eJ Sa–

tanas

in seipsum divisus eu,

quomodo

stabit regnum ejus

?

Quia dicitis in Beelzebub me eji–

cere dcemonia. Si autem ego in

Beelzebub ejicio dcemonia

:

filii

vestri in quo ejiciunt? ldeu ip–

si judices vestri erunt. Pon·9 1i

in· dígito Dei ejicio dcemonia

:

profecto pervenit in vos regnum

Dei. Cum fortir armatur custo–

dit atrium suum, in pace .runt

ea, quce pouidet. Si autem for–

tior eo superveniens vicerit eum,

universa arma ejus auferet

,

in

quibus confidebat, et spolia ejus

distribuet. Qui non est mecum,

contra me est

:

et qui non col–

ligit mecum

,

dispergit. C'um

immundus

.rpiritus

exierit de

homine ambulat per

loca

in–

aquosa

·,

qucerens

requiem

:

et

non inveniens, dicit

:

R eve rtar in

domum meam

unde

exivi. Et

cum v ensrit, invenit eam sco–

pis rnundqta'm et ornatam•. Tune

Tom.

JI.

En

a~uel

tiempo: Estaba Jesu':s

lanzando un demonio ,

y

éste era

mudo. Y habiendo lanzado al de–

monio, habló el mudo,

y

se admi–

raron los turbas. Algunos de éllos

dixeron: Por virtud de Beelzebub,

príncipe de los demonios, lanza los

demonios. Y ótros, queriéndole ten–

tar, le pedian una señal del cielo. Pe–

ro él, luego que CT>noció sus inten

4

cioneslles. cli¡w: Todo reyno dividi–

do en partidos, será desolado,

y

úna

casa caerá sobre la ótra. Pues si Sa.–

tanas está tambien dividido de sí

ll.lismo , ¿ cómo permanecerá su

reyno? Vosotros, pues, decís que

yo lanzo los demonios por virtud

de Beelze.bub. Si yo lanzo los de–

monios por virtud de Beelzebub,

¿vuestros hijos en virtud de quién

los lanzan? Por tanto, éllos sei;án

vu~stros

jueces. Pues ahora, si yo

lanzo los demonios por viqud de

Dios, no hay duda en que el rey–

no de Dios ha venido á vosotros.

Cuando un soldado fuerte y :ar–

mado guarda la entrada de su casa,

está seguro todo cuamo posee; pero

si sobrevie-ne ótro mas fuerte que

él, y le vence, le quitará todas sus

armas, en las cuales tenia su con,–

fianza, y repartirá sus despojos. El

que no

es.rá

conmigo, es contra mí:

y

el qu

e no

recoge ·conmigo, di sl?er–

sa. Cuando el espíritu inmundo sa–

le de un hombre, anda por los si –

tios desiertos buscando descanso,

y

no encontrándole, dice : Vol veré

á

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