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DE CUARESMA.
II3
los pechos de que mamaste.
A ntes bien ,
replicó Jesucris–
to ,
lo son los que oyen la palabra de Dios
,
y
la ponen en
práctica.
El Sal vador dió esta respuesta para instruccionde
todos los que lo oían ,
y
que sin embargo de óirle, no se
hacian ni menos malos, ni mas dóciles. Esta expresion,
ánt es bien ,
lejos de servir aquí de correctivo, es mas bien
uoa confirmacion de lo que esta piadosa muger acababa
de decir. Con este motivo, el Salvador, sin ínsistir mas en
la dicha particular de su santa Madre, toma ocasion de dar
á
conocer á sus oyentes, qué felicidad les es pr.opia,
y
á
qué felicidades pueden todos aspirar ; como si les hubiera
dicho: es verdad que el privilegio
y
la dicha de mi Madre
son grandes;
y
mas grandes de lo que los hombres
y
los án–
geles pueden comprender. Su
eminent~
santidad, lo mu–
c ho que puede con mi Padre
y
conmigo,
sy
augusta
y
subli–
me di gnidad de verdadera Madre de Dios, deben llenar
de admiracion todos los entendimientos, ganarle todos los
corazones, merecerle todos los homenages; pero sabed,
que si la eleccion que Dios hizo de élla para una tan alta
d ignidad no hubiera estado acompañada por su parte de
una perfecta docilidad, de una profunda humildad, de una
fe
y
una pureza sin límites, de una santidad sin exemplo,
toda la predileccion de mi Padre
y
mia para con élla no
la
hubiera servido de nada. Que ria el Salvador dar
á
conocer
á
los judíos, que el amor de preferencia con que habia
distinguido á la nacion hebrea, escogiéndola por su pue–
blo peculiar, solo serviria para hacerla mas infeliz si no
practic:aban lo que les
ens~ñab<l;
'.
y
ni no c:eian lo que
les decia; porque con esta wdoc1hdad se hanan mas cri–
minales
á
su ojos.
La oracion de la misa es la siga.iente.
Qucesumus, <nnnipotens Deus,
'Vota humilium
respice , atque
ad defensionem nostram, dex–
teram ture majestat
is
extende:
P er
Dominum
nutrum
Jcsum
Chriuum...
Tom. ll.
Dios omnipotente , recibid favo–
rablemente los votos de los hu–
mildes,
y
dignáos alargar para
nuestra defensa la diestra de vues–
tra magestad: Por nuestro Señor
Je·
suc.risto,..
H