Table of Contents Table of Contents
Previous Page  119 / 356 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 119 / 356 Next Page
Page Background

DE CUARESMA.

109

eorum.

No tengais comunicacion alguna con éllos. No hay

devocion que no se corrompa conversando con los liberti–

nos: ninguna cosa es mas contagiosa que el trato con éllos.

San Pablo llama á los deshonestos hijos de tinieblas. En

efecto, ninguna cosa encrasa

y

obscurece tanto el esP.íritu

y

la razon, ninguna cosa apaga tanto la fe como este des–

venturado vicio: espíritu, natural, educacion, hasta el

sentido comun, todo se vicia, todo se obscurece, toda la

luz se apaga en un hombre impuro. Andad como hijos de la

luz:

Ut filii lucis ambulate.

La-fe es una luz: nuestras cos–

tumbres, nuestros sentimientQs, nuestras acciones, toda

nuestra conducta es la prueba mas sensible

y

menos equí–

voca de nuestra fe. ¡Buen Dios, cuántos cristianos serán

tratados algun dia como infiele's! La .impureza llega

á

apa–

gar de todo punto la fe.

El evangelio de la misa de este dia encierra grandes

lecciones

y

grandes misterios. Acababa Jesucristo de con–

vertirá la famosa pecadora pública en casa de Simon el

fa–

riseo. La milagrosa conversion de esta alma metida en el

vicio fue causa que muchos se aficionaran al Señor,

y

se em–

peñaran en seguirle, cuando le presentaron un pobre hom–

bre, que tenia tres grandes enfermedades, que todos los re–

medios naturales no podían curar. Estaba poseido del demo–

nio, era mudo

y

ciego: el demonio causa siempre en una

alma la ceguedad

y

la sordera. El hombre poseído no era

mudo ni ciego por naturaleza; el demonio era quien le qui–

taba el uso del habla

y

de los ojos: el demonio conoce

demasiado la ventaja

y

el alivio que encuentra un alma en

descubrir sus penas

y

sus miserias á un director ilustrado,

y

así se aplica á fomentar una falsa vergüenza que la cie–

rre la boca; pero esto mismo debe alentarnos para abrir to–

do nuestro corazon

y

nuestro pecho

á

aquellos que Dios nos

ha dado por guias en los caminos de la salvacion. Se pue–

de decir que todo pecador es ciego. ¡Qué ceguedad mas las–

timosa que la de preferir un deleyte breve

y

amargo

á

la

posesion del mismo Dios, fuente inagotable de todos los

bienes!¡ Y por un placer de un momento precipitarse en

una eternidad de tormentos! Echó Jesus al demonio,

y

al mismo instante habló el mudo,

y

recobró la vista. E te

milagro lo vemos aún todos los di(\s en la conver ion del

pecador.

No

bien se ha perdonndo el pecado, cuando se ve,