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DE CUARESMA.

105

cia de haber caido en él, pídere perdon

á

Dios de todo co–

razon sin detenerte un instante,

y

no se te pase el dia, si

puede ser , sin confesarte:

Non tardes converti ad Domi–

num.

¡Qué error,

y

qué peligro aguardar

á

convertirse tal

domin go, ó -tal dia de fiest a! ¡Cuántas personas se han con–

denado por haber dilatado su conversion-no mas que un

dia ! Cuidado no cuentes demasiado sobre la bondad de

Dios, espe rando encontrarle siempre pronto

á

recibirte

á

penitencia. Esto no es confianza, es úna criminal presun–

cion que de ordinario es seguida de la impenitencia fin al.

Ten una conducta mas cristiana. Cuenta con la misericor–

dia del Señor; pero no abuses de élla.•

' f1

120$

0

~.ffeºº~·ffeºº~~ºº~.ffeéº~.JPºº~.ffeº"~s

DOMINGO TE]\CERO

(

DE CUARESMA.

Este tercer domingo se pama comunmente el domingo

del

demonio mudo,

por

cGn~é'ners€

su historia en el evange–

lio de la misa de este día '. Tambien suele llamarse el do–

mingo

Oculi,

de la primera .palabra del introito, como por

la misma razon se suele dar el nombre de

Reinimscere

al

domingo precedente,

y

el de

L r.etare

al cuarto domingo.

Antiguamente se llamaba este domingo el domingo

de los

Escrutinios,

que quiere decir, el exámen de los catecú–

menos ,

á

qu ienes disponian para recibir el bautismo al

fin de la Cuaresma , porque el .primer examen se hacia en

este dia. Los griegos le llamaban el domingo

del ler1o

pre–

cioso

y

vivificante ;

es ,á saber,

de fa cruz,

la que nombraa

con una sola expresion

stauroproscinese.

Como la semana

que empieza de e te domingo e·s la semana de la mitad

de Cuaresma, los fieles han aumentado siempre su devo–

cion

y

su fervor:,

á

pi

oporcion que se han ido acercando

á

aquellos sagrados dias en que celebra la Jgle ia los gran,_

des rr.isterios de nu

tra rede ncion, ce lebrando los miste–

rios de la

pa

ion, Ae la muerte,

y

de la resurreccion de l

Salvador del mundo.

.

E1 introito de

la

rnisa es del versículo décimosexto del