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VIERNES
aquellos que se pueden llamar el juguete de la ilusion
y
del error,
y
las tristes víctimas de la pasion dominante.
No hay heregía, que no haya afectado severidad en su
moral,
y
que no haya ostentado un ayre de penitencia
en su pretendida reforma. El cisma
y
la heregía gritan
siempre de concierto contra la relaxacion. Los protestan–
tes ayunan alguna vez: los griegos cismáticos ayunan aun
en nuestros dias rigurosamente muchas Cuaresmas: no hay
uno entre ellos' que muriendo en el cisma' ó en el error'
no exclame con una voz lamentable:
Q,uare jejunavimus,.
et non aspexistH
i
Eran necesarios tantos gastos para per–
derme~
i
era necesario ayunar tanto para no tener otra
recompensa que el
infierno~
Hemos ayunado:
jejunavimus.
i
Por qué , Señor, no os habeis dignado mirar nuestra pe–
nitencia~
Ecce in die jejunii vestrt
inveni~~~r
voluntas ves–
tra;
porque no érais de mi rebaño; porque estábais fuera
de mi casa; porque vivísteis y estuvísteis muertos,
y
cor–
tados, separados de mi Iglesia. ¡Cuántos malos católicos
ter\\lrán igual suerte
á
ésta!
jejunavimus:
Observamos con
mul:ha regularidad este ayuno solemne, humillamos religio·
samente nuestras almas b:ixo de la ceniza:
humitiavimus
animas nostras.
Aunque nuestra salud era delicada, aunque
teníamos aversion at pecado, vos sabeis que no quisimos
dispensarnos de la abstinencia de la Cuaresma, que obede·
cimas
á
la Iglesia, que observamos religiosamente sus pre–
ceptos
v;
sus ayunos; y no obstante esto, no haceis aprecio
de es
r,'- ...
,;.~encia,
ni nos es de algun mérito para con vos.
In medio je¡
d vestri invenitur votuntas vestra.
Siervos in–
fieles, dice eI
4
Señor, es verdad que ayunásteis; pero al ayu–
nar
i
os abstuvisteis de vuestras iniquidades, de vuestras
impurezas, de vuestros
vicios~
Cuando ayunábais
i
resti–
tuísteis aquella hacienda mal habida, apagásteis aquel fue–
go de la concupiscencia, en que os abrasábais; ahogásteis
aquel espíritu de venganza y de litigio, aquel espíritu de
amargura,
y
de malignidad para con vuestros
hermanos~
Ecce ad lites, et contentiones jejunatis.
Cuando ayuná–
bais
i
rompísteis aquel trato criminal, aquellos lazos (an
funestos
á
la
inocencia~
i_Comenzásteis vuestro ayuno pa–
gando
á
aquellos jornaleros, á aquellos domésticos,
á
aquellos mercaderes,
á
q~i~~es
vuestra tardanza en
pag~r
ocasionó un notable perJu1c10
~
En fin, cuando os hum1-