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DOMINGO
nombre, como ya se dixo, sino el número de seis semanas
hasta el domingo de Pasion; y los cuarenta dias de ayu–
no para aquellos que no ayunaban los jueves
ó
los sába–
dos,
y
que por consiguiente comenzaban la Cuaresma
el
dia siguiente al domingo de Sexagésima.
En la semana de Septuagésima toma la Iglesia por asun–
to
y
materia de los maytines
y
oficios nocturnos la histo–
ria de la creacíon,
y
de la caída 1del primer hombre; y en
la
Sexagésima ha escogido en la Escritura la historia de
la reparacion del género humano despues del c;liluvio. La
primera contiene la historia del Génesis desde Adam has–
ta Noé; la segunda qesde Noé hasta ,A.braham encjerra
-lo.
que se llama la segunda edad
del
mundo.
·
La institucion de la Sexagésima ha seguido casi en to–
do
á
la de la Septuagésima: se puede deci
' \ P
r."!'l tr.ambas
tienen la misma ant igüedad; pero
ep
lo s _ .,:
:b,
como se
fue advirtiendo que la dispensa del ayuno en los juéves
6
sábados de Cuaresma no servia sino para suavizar
y
ha–
ce- .mas soportable con esta interrupcion la continuacion
de
to ayuno, los padres del cuarto concilio de Orleans,
ce ·
'.>rada
el año
541 ,
miraron esta· costumbre como un
abuso
y
una relaxacion de la disciplina;
y
formaron
un
canon,
por el cual ordenaban la uniformidad en todas las
iglesias de Francia en la observancia del ayuno de Cua–
resma,
~f
.forme al uso de la Iglesia romana: prohibieron,
pues, i.,Wdos los sacerdotes y
obispos
el señalar
ó
pres–
cribí
/ principio de la
san.tacuarentena para el dia des–
pu ..,
/1
domingo de Sexagésima, queriendo que los cua–
renta . ias de ayuno no
se
interrumpieran sino por el san–
to
dia del domfogo, el cual, siendo mirado en la Iglesia
como la octava continuada de la fiesta de la gloriosa Re–
surreccion, es un dia de regocijo,
y
por consiguiente de–
be estar exento del ayuno.
Al gunos consideran tambien al domingo de Sexagésima
como
consagrado
~n
parte para honra
y
gloria del apóstol
san Pablo. La oradon de la misa es ·baxo de su advocacion
particular;
es
decir, es una súplica hecha
á
Dios por su in–
tercesion. No se encuentran otras razones que alegar de la
eleccion que la lglesia
ha
hecho en este dja de la advoca–
cion de
san
Pablo, si no porque la estacion de los fieles en
Roma está
asr~viada.este
dia álai:glesiade este santo apóstol.
'
I