,
DE SEPTUAGESIMA.
nes de oíender
á
Dios: creer todo esto,
y
hallar gusto
.-
y
buscar con ansia ,
y
meterse animosa
y
osadamente en
medio de las diversiones del Carnaval; comprende, si es
posible, considera la irregularidad, la impiedad , la irre–
ligion, la extravagancia de tan lastimosa conducta.
PUNTO SEGUNDO.
Considera la
indi~idad
extravagante de los motivos tan
irreligiosos, tan fr1vofos, que sirven de pretexto á la es–
candalosa costumbre de las diversiones del Carnaval. El
ayuno
y
la penitencia que se han de practicar durante la
Cuaresma, es .uno de los pretextos de estos licenciosos di–
vertimientos. Se ha de guardar una abstinencia rigurosa;
habemos
e
nar por espacio de cuarenta dias; es pre-
ciso, pues,,,
tros cuarenta dias antes nos desquitemos
de esta
ri '
urosa abstinencia: es preciso hacer penitencia
de nuestros pecados durante el santo tiempo de Cua–
resma; conviene , pues, que nos permitamos toda su ..
-
te de excesos, que expongamos nuestra inocencia
:
-
da suerte de peligros, que manchemos nuestro cora on
con mil pecados, que demos á nuestros sentidos todo gé–
nero de libertades, que probemos de todos los gustos cri–
minales antes que hagamos penitencia. Debemos tener
una vida cristiana durante la Cuaresma; es, pue
reciso
que prevengamos este tiempo de regularidad co
a vi-
da pagana. Será preciso que guardemos los man
tos de Dios en todo 'este santo tiempo; es preciso, ,
,
que los quebrantemos las seis semanas ántes. Será preci–
so que humillemos nuestras cabezas baxo de la ceniza del
primer dia de Cuaresma; conviene, pues, que hagamos
ostentacion de un luxo faustoso durante el Carnaval. Se–
rá preciso que asistamos á los sermones en tiempo de pe–
nitencia; conviene, pues, que nos hartemos de bayles
y'
de espectáculos antes de estos días de arrref)entimien–
to. Dios pide un culto particular durante la Cuaresma;
conviene, pues; darle al demouio durant.e el Carnaval
el que pedía en otro tiempo á los paganos. Estas son las ra–
zones.
de las licencias que se toman los cristianos en ei–
tos dias de disolucion: estas son las que pretenden auto–
rizar con una costumbre, que la menor nocion del evan-
Tom. l.
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