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DESPUES DE
PENTECOSTES.-
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Como por la gracia .del
bau ti ~mo
nos admite Dios
a
su
servicio, nos adopta por sus hijos .,
y
nos da derecho
éi
su he-renda , no
quiere
hacer este gran favor sino con cier–
tas condiciones, como son :
que
se r enuncie de Satanas,
de su
e~ píritu
, de sus pompas
y
de sus obras : que se cr ea
·el mi5terio adorable .de la Trinidad , el de la Encarnacion,
de
la PJsion de J esucristo, d·e su Resurreccion ,
y
de la
Eucaristía; en una palabra, todo lo que c ree la Igl esia
católica, a postólica romana.
E l
bautismo, dicen los
pa–
d-res.
, es unaobligacion
o
contr ato r ecíproco,
en que
Dios
y
el
homb.rese obl igan cada uno por su par te.
¿
l{
enun-
cias.
a Satanas, dice
el
sacerdote al niño nombrándole por
su
nombre~ Abrenúntias
S átance?
El niño responde :
Re–
m
ío;
es
élecir, protexto
que
desde
ahora
para siempre
abandono el partido del dem<'.l nio
~
y
que
no quiero es–
t ar j amas en su servi cio:
Abrenúntio.
i
Renuncias
a
sus
obras
?
E t ómnibus opéribus ejus
?
E s decir
a
todos los pe–
cados.
Abrenz'm.tio:
Renuncio.
i
Renu9cias
.a
las pompas
del demonio ; es decir'
a
las vani..fades ' al
espíritu ,
ya
las
máxímas
del
de monio~
Abremíntio.
Renuncio de todo
corazon ; , hago esta obligacion solemne , hago estas pro–
m esas delante de toda la Iglesia ; como
si
dixera: Pongo ·
por testigo
al cieloy
a
la
t
iefra de
que en toda _. mi vida
. solo quiero
serv.ira
Jesucristo: que quiero guardar to-
dos su man
damientos: _que no
quiero
seguir·otras máxl–
maCi
que·
las suyaCi : prometo q· e u evangelio
se~á
la única
r egla de conducta por que me guia ré: toda mi vida mi–
raré con hor ror el e ·píritu
y
las máximas del mundo: me
someto
a
cree r t odos los mis te rio. que nos h a revelado
J~suc ri.s to:
quiero segui r sus máxí 11as
y
sus exemp os:
me pongo en
el
número de sus discípulos: le tomo
a
este
Señor por
mae}tto ; y
no quiero amar ni servi r en add ap–
te
a
otro que
a
él.
Veis aquí lo
que
to :i os los cristianos
han promet ido
y
jurado delante d
los
al tares ..
y a
vista
de toda la Iglesia ;
y veis
aguí
sobre lo que
todos
serán
' juzgados.
i
Todos lo
cri~
ianos b- n hecho una promesa
t an soh:mne
~
i
P ues cómo tan tas
pe rs
nas mueren sin ha–
ber j amas pensado en ella, ó .
i
hab rl j a.mas ratifi ado
~
Sin
e·mbargo, esta obl ig·1cíon, estas promesas deben de–
cid ir nue"tra suerte etern a.
Oespues de todas estas promesas, el sacerdote
;unge
l'om.
V.
E
~
coa
~
..